Crítica: «Grendel vol.3. El Reinado de Orion», Dios y el Diablo se reparten el Planeta.

La epopeya de Grendel continúa… hemos dejado atrás la «época actual» y Matt Wagner nos sitúa en el futuro, donde todo cambia y nada permanece… excepto Grendel y su eterna lucha. La primera historia de este tercer volumen, Los Años de Incubación,  sirve casi exclusivamente para romper con lo contado hasta ahora, para marcar un punto de inflexión y un nuevo arranque. De hecho, despediremos no solo a uno de los protagonistas que monopolizaban el segundo volumen, sino que abandonaremos el mundo tal y como lo conocemos. Los intereses corporativos enfrentados a la religión y a la política desembocará en un cambio global, un nuevo orden mundial que, lejos de aprender de sus errores, llevará esas luchas a un nuevo nivel.

En esa historia está el corazón del presente tomo, llamada Dios y el Diablo y dividida en 10 partes, somos testigos del enfrentamiento feroz entre los poderes financieros y políticos defendidos por Orion Assante, y los intereses religiosos del monstruoso papa Inocencio XLII. Es el año 2530 y la sociedad mundial se va por el retrete. La iglesia se mantiene gracias a la fe de millones de pobres que no tienen nada más a lo que agarrarse, manteniéndose como institución intocable y todopoderosa, maniobrando sospechosamente en la sombra con oscuros objetivos… Por eso Assante debe llevar a cabo un sutil juego diplomático con su eminencia, descubriendo por el camino lo ominosa y terrible que es esta «santa» institución. No será gratis para Assante, que perderá por el camino mucho más de lo que pueda soportar, pero un aliado aparece: Grendel. Es, sin duda, la versión más radical de Grendel que hayamos visto… pero sin cuya intervención todo estaría perdido.

Uno de los secretos que rodean al papa lo vincula con uno de los personajes vistos anteriormente en esta larga y épica historia que es Grendel, pero eso lo dejamos para que lo descubráis vosotros. La última de las historias que reúne el volumen tres, El Reinado del Diablo, es consecuencia directa de lo que sucede en Dios y el Diablo. Y es que el mundo ha vuelto a cambiar y Orion Assante se erige ahora como líder de una de las mayores potencias y, si el juego político y estratégico con el papa Inocencio era difícil… ahora todo se va a complicar exponencialmente. Vampiros rebeldes a los que hay que controlar, potencias extranjeras que amenazan la paz mundial, traiciones… Solo una persona como Orion y su espíritu Grendel puede ser capaz de lidiar con tantas adversidades.

Matt Wagner vuelve a experimentar con el cómic… cada una de las tres partes que componen este tomo está contada con una estructura distinta. La primera, usando como lenguaje solamente palabras… un bocadillo, una palabra. No hay frases largas ni reflexiones ni pensamientos elaborados… solo palabras, y con esta limitación auto impuesta es capaz de contar todo lo necesario. Genial. La parte central del cómic está narrada de manera convencional, pero la última parte vuelve a traer al Wagner innovador. Para empezar, cada capítulo se divide en dos partes: una, contada a través de imágenes sin bocadillos y texto a parte, extenso y narrado en tercera persona por un personaje que solo conoceremos al final y, la otra, contada a la manera convencional, pero dominada la estética por la oscuridad, por los colores negros y los rojos, contándonos aquí el devenir de los últimos vampiros confinados en un gueto.

En este aspecto, Grendel sigue siendo un cómic sorprendente y exigente, que no nos dejará indiferente y nos regalará una lectura sólida y densa, pero gratificante para el lector paciente. Al igual que en las anteriores reseñas, es obligado advertir de la complejidad del producto en algunos momentos, pero esa misma exigencia es una de las señas de identidad de la obra. Como lo es el aspecto gráfico. Otra vez volvemos a contar con varios artistas, aunque en número más reducido que en anteriores ocasiones. Hannibal King, Tim Sale, John K. Snyder III… son algunos de los nombres que aquí encontramos. Es injusto hablar de ellos en términos generales, pero sí comparten un aspecto sobrio, sucio y brusco en sus respectivas representaciones de este distópico futuro. Ese estilo tan rudo y directo, siempre con colores acordes para mantener una desapacible sensación, encajan de manera excepcional con el cochambroso y deprimente entorno, con esa atmósfera triste y decaída que impregna este mundo futuro.

El Reinado de Orion continúa narrándonos el paso de Grendel por la Historia de la Humanidad y como ese espíritu contagia a la misma, a sus grandes hombres y a sus villanos, a sus gentes y a los seres que habitan en las sombras. Ya solo queda un volumen y, con él, cerraremos uno de los cómics más ambiciosos jamás creados. La obra más ambiciosa de Matt Wagner, que ha conseguido insertar a Grendel en nuestras cabezas como ese espíritu de la mediocridad que siempre persigue al ser humano.

• Grendel vol. 3. El Reinado de Orion. Planeta Cómics.
• edición original: Grendel Monibus Volume 3. Orion’s Reign. Dark Horse.
• cartoné. color. 566 pp. 45 €