Crítica: “Wonder Woman: Carne”. Diosa de la Guerra.
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
“Mi odio arde con más calor que mil soles”
El final se acerca en un preámbulo lleno de épica, locura y sangre.
A punto de terminar la reinvención de la mitología de la protagonista, Azzarelo vuelve a pulsar los enfrentamientos psicológicos para dar más fuste a la potencia emocional que a la física. Espectaculares combates han pasado por los volúmenes anteriores pero son los dimes y diretes en situaciones de tensión asfixiante donde los momentos climáticos han funcionado mejor. Combates intelectuales barriobajeros que transforman los puñetazos en frases lapidarias y ácidas. En este caso nos reencontramos con este recurso en varios frentes. Con el reparto coral asentado y cerrado, el intercambio de parejas funciona milimétricamente como en el patinaje artístico, el baile de Apolo y el Primogénito nos recuerda que esta serie hubiera sido en su día una de las estrellas del sello Vertigo. El de Diana con Discordia y Luna nos retrotrae al rollo culebronesco familiar tan del género en etapas largas. La mezcla da como fruto un híbrido refrescante y añejo a la vez.
Dejado atrás el universo Cuarto Mundo pero manteniendo el objeto robado modelo Orion, la trama avanza hasta el destino final a base de alianzas imposibles y subterfugios conspiranoicos. Ahondando más en el trasfondo familiar, los acontecimientos presentes a la publicación de esta nueva recopilación provocan la reunión de la hermandad olímpica en esos análisis domésticos marca Mario Puzzo. La reconstrucción del Olimpo señala el arranque del arco argumental. El ver a todos los hermanos reunidos ante el nuevo rol de Diana y con el Primogénito como trofeo de caza, transmite la negatividad maledicente necesaria para contaminar el aire. Cinismo e hipocresía en estado puro que ni el halo místico de la bondad intrínseca de Wonder Woman puede cortar. Mala leche y estrategia aderezada con varias dosis de humor negro. Y es precisamente en el Olimpo donde los fragmentos de Apolo y el Primogénito nos devuelven esos momentos incendiarios y cañeros de los primeros números. Si ese es el punto gore del tomo, el morboso pasa a manos de Hera con el pobre Lennox como adorno de salón. Las apariciones de Dionisio con sus trucos enfermizos y sádicos nos recuerdan que el escritor no se ha olvidado de colocar de repente esos momentos truculentos y demoledores que uno se lleva tras cerrar las páginas.
La alternancia entre acción y conversación continúa, pero mucho más acelerado. En otras ocasiones se notaba que el paso del tiempo era más largo. Se intuían las elipsis narrativas. Ahora las sensaciones van a tiempo real. El ritmo es frenético, solo interrumpido por las manipulaciones de Discordia y alguna reflexión de Zola. La búsqueda de los acólitos del Primogénito mueven los hijos de Wonder Woman para alcanzar el momento crítico entre todos los miembros del reparto, con una intencionada combinación de fantasía y ciencia ficción. El Minotauro berseker que sale de una nave enorme tipo Helitransporte para pegarse con todo dios y la propia nave gigantesca estrellándose en la casa de Apolo en pleno Olimpo, son estupendas instantáneas.
Si bien las nuevas tramas y giros consiguen los enfrentamientos necesarios para justificar los enfrentamientos canónicos del género, con las particularidades diferenciadoras de los elementos usados a tales fines, compruebo cierta evolución en algunos personajes que rompen la monotonía de su planteamiento (véase Zola y Hera). Es interesante para explorar nuevos terrenos y para presentar situaciones impredecibles que anteriormente se antojaban impensables. Situaciones todas que desembocan por fin en una confrontación final llena de épica y dramatismo con el presupuesto ilimitado que el arte secuencial tiene en su cuenta corriente. Y donde el nombre del arco argumental tiene todo el sentido del mundo por cierto. Y es que cuando el Primogénito se pone en faena a lo Tetsuo de Akira, la carnicería está servida.
Termino precisamente con este gran personaje que abre el tomo en un capítulo autoconclusivo. Por fin conocemos su origen y la explicación al cultivo de su extenso odio hacia todo y todos. Una historia de desarraigo paternofilial que nos devuelve al Apolo irrespetuoso con el ser humano en un catálogo de poses del género fantástico con tintes de espada y brujería. Un ejemplo más que sirve como prueba de cargo suficiente para demostrar que la que lleva el nombre en esta serie es una más en tablero de juego. Donde nadie quiere dar el paso necesario para encabezar un reparto coral de primera división.
Wonder Woman (N52) 23.2, 24-29, DC Comics. Wonder Woman: Carne, ECC Ediciones. Cartoné. Color. 175 pags.Pvp: 17,95 €. Fecha de edición: Febrero de 2017.