Crítica: «Los Muertos Vivientes 26. Llamada a las armas», retando a los Susurradores

El tomo 26 de Los Muertos Vivientes que publica Planeta Cómics, titulado Llamada a las armas, incluye los números 151 a 156 de la edición original de The Walking Dead. En estos seis episodios asistimos a los preparativos del grupo para enfrentarse a los Susurradores tras los funestos eventos de los tomos anteriores. Alpha, la líder de los Susurradores, no tenía ni idea de lo que hacía al atacar de manera tan cobarde (y horrorosa) a las comunidades dirigidas por Rick, Maggie, etc y la consecuencia no puede ser otra sino la guerra. Pero los acontecimientos van a dar un giro radical tras lo que sucede al final del tomo, que ahorro explicar para evitar spoilers, cuando el preso mejor custodiado de este apocalíptico mundo zombi consigue escapar.

Robert Kirman y Charlie Adlard nos reservan en esta ocasión un buen número de sorpresas, alguna muerte inesperada y plantan la semilla de futuros acontecimientos. El desarrollo de los personajes sigue produciéndose, como en el caso de Rick, que comienza a usar técnicas psicológicas para presionar y alentar a su gente… aunque eso pueda significar tenerlos permanentemente en tensión. Michonne empieza a verse como líder y las largas conversaciones con Rick así se lo demuestran. Carl ya no es aquel inseguro muchacho que solo ansiaba pelear y ahora, por fin, encuentra un lugar donde encaja en este nuevo mundo. Dwayne se confirma como uno de los nuevos personajes ya imprescindibles, a punto de tomar la dirección de Los Salvadores y convertido en aliado indispensable para Rick y los suyos. Pero la firmeza con la que se tejen las alianzas entre los distintos reinos puede tambalearse ante los acontecimientos que ese personaje, ahora liberado y que no voy a mencionar, está a punto de desencadenar por su loca forma de ver el nuevo sistema.

Este tomo tiene escenas de acción y de diálogo a partes iguales, mucho más cerca del equilibrio que la mayoría de los anteriores, en los que una u otra narrativa se adueñaba del tomo. Los combates contra caminantes siguen estando perfectamente narrados por parte de Adlard, así como ciertas escenas de persecución, combates o momentos particularmente intensos. Por otro lado, los diálogos escritos por Kirkman siguen siendo fieles a los personajes y muestran la evolución que estos han sufrido tras tantas vivencias en la serie. Algunos han superado sus traumas y se han rehecho mientras que otros solo pueden convivir con ellos y seguir hacia adelante.

Para no destrozar la sorpresa evitaré mencionar las escenas que comparten unos personajes (tres en concreto) que hacen el papel de enemigos, entre ellos los líderes de los Susurradores. Pero si diré que también en esas escenas reconocemos la evolución de los mismos y entendemos la caótica moralidad que sus mentes alberga. El volumen tiene numerosos giros y sorpresas, muy al estilo Kirkman, llevándose la palma la última página (cuidado si ojeáis el cómic antes de leerlo!) Sorpresas que mantienen viva la llama de esta serie tan longeva, aspecto poco común en una serie alejada de las grandes editoriales.

Los Muertos Vivientes sigue siendo un fenómeno de masas, apoyado por la estupenda serie de TV la cual va varias temporadas por detrás del cómic… algo que me impide hacer el análisis con más profundidad. La resolución natural de esta colección sería que Rick y los suyos lleguen a conseguir rehacer un mundo nuevo, lo más parecido posible a lo que había antes del apocalipsis zombi, pero una y otra vez, por distintos motivos, surgen elementos que dan al traste con ese utópico final, para desesperación de los protagonistas pero para deleite nuestro. Con la imaginación que se gastan los autores y el pulso que le han cogido a la serie, tenemos zombis para mucho mucho tiempo.

• Los Muertos Vivientes 26. Llamada a las armas. Planeta Cómic
• The Walking Dead núms. 151 a 156 USA Image Comics.
• rústica. 140 pp. b/n. 8,50 € (0.99 € formato electrónico)