Crítica: «Universo DC Renacimiento. Flash 4», el dios de la velocidad.

Ya se hace eterna esta etapa en Flash, menos mal que para los números que nos ocupan hemos recuperado a Di Giandomenico en el apartado gráfico y los acontecimientos se aceleran… Los numerosos afectados por la tormenta de Fuerza de la Velocidad, que habían obtenido poderes de velocista, viven ahora aterrados por la aparición del que llaman Godspeed. Este nuevo villano les roba sus poderes para sumarlos a los suyos, matándolos en el proceso y Flash, atormentado por los ya caídos a los que no ha podido defender, también está a merced del nuevo enemigo. Vamos a descubrir la identidad real de Godspeed… y no sorprende, pues se trata de un secreto fácilmente deducible y, a estas alturas de la saga, seguir ocultando esa identidad no tendría excusa y dilataría todavía más el lento ritmo del cómic. Joshua Williamson se encamina directo al final de la historia, consciente de que el interés se está disipando y los lectores queremos pasar página de una vez.

Por otro lado podemos disfrutar del mejor arte de Carmine Di Giandomenico, que le ha cogido el pulso a la serie y entiende los cambios de ritmo, las secuencias de acción y la narrativa que un cómic como Flash exige. Esa especie de ansiedad por dinamizar las carreras se volvía en su contra y ahora, con un mejor uso de las viñetas y con cambios en las perspectivas y los tamaños, consigue ese deseado efecto de velocidad, de acción extrema, que para su descargo son tan difíciles de conseguir en la serie. No solo lo logra, sino que por fin les impregna su estilo personal. Volvemos a ver a Flash y los secundarios moverse por entre las viñetas a toda velocidad, el nuevo Wally West y Godspeed incluidos.

Otra novedad que se agradece es la utilización de la Fuerza de la Velocidad para generar nuevos poderes, mucho más allá de la hiper-velocidad o el atravesar paredes. En anteriores números hemos comprobado como los autores son realmente imaginativos a este respecto, y en el presente número vuelven a inventar nuevos. Godspeed ahora es capaz de estar en dos lugares a la vez, tal es su dominio de la velocidad… y ya de paso explican el por qué ha despistado a Barry con su doble identidad. ¿Qué supondrán estos nuevos poderes si los adquiere Flash? Sin duda lo comprobaremos en los números siguientes.

Echamos de menos que se hayan olvidado de la palabra «Renacimiento» de la cabecera. Al menos, de lo que esto significa. El cansancio que mostramos ante el actual arco argumental es todavía mayor ante el interés, la nasiedad, que despierta el saber que ocurre en realidad tras todo este nuevo universo renacido. Menos mal que las noticias apuntan a que pronto se desvelará ese aspecto.

En definitiva, Flash en su nueva época no está viviendo su mejor momento, pese a que los autores comienzan a familiarizarse con la serie y poco a poco van consolidando sus propias líneas. Se merecen al menos un poco de paciencia por nuestra parte, aunque sea solo por la valentía de incluir nuevos personajes y cambiar drásticamente la situación de otros. No debe ser fácil escribir esta serie con un ojo puesto en el Flash televisivo. La versión en papel comienza a coger velocidad y parece que no piensa parar.

• Universo DC Renacimiento. Flash 4. ECC Ediciones.
• The Flash 6-7. DC Comics
• grapa. 48 pp. color. 3’25 €