Crítica: «Parasyte 3», por fin se muestran.

Después de los trágicos acontecimientos que marcaron a la familia de Shinichu, la nueva situación parece estabilizarse hasta que un nuevo estudiante llega al instituto. Es otro parásito que no muestra empatía alguna por los demás mientras convive con el resto del alumnado, disimulando mínimamente. Shinichu debe tenerlo controlado mientras evita delatarse y, a otro nivel, parece que los asesinatos cometidos por los parásitos han cuajado en la sociedad como leyendas urbanas… hasta que esos salvajes asesinatos vuelven a repetirse.

Lo más interesante que tiene este tercer tomo es la intervención de los medios de comunicación en la creación de la leyenda de los parásitos, tratados de manera sensacionalista y superficial hasta el final del tomo… ahí pasa lo que tarde o temprano debería pasar: el conocimiento de estos seres por parte de los Gobiernos. Ahora se abre una interesante cuestión, y es la gestión de ese secreto por parte de las naciones. Sin duda tomarán cartas en la localización de otros seres y eso supondrá un riesgo añadido para nuestro protagonista… pero eso sucederá en posteriores entregas. Hitoshi Iwaaki ha ido tejiendo su historia de invasión encubierta de manera gradual, siempre con la sensación de amenaza creciente pero contenida, asistiendo a ella desde la visión de Shinichu, el híbrido. 

Recordamos que estos seres parásitos llegaron a la Tierra una noche, como una lluvia de esporas que se introdujeron por los orificios de las cabezas de sus víctimas, ocupando el lugar de dichas cabezas, literalmente. Nuestro protagonista tuvo la suerte de despertar e interponer su mano para que el parásito no se introdujera en su cráneo… pero lo hizo en su mano. Desde entonces ambos ocupan un mismo cuerpo y han tenido que aprender a convivir como un extraño híbrido. Al no haber conseguido la «ocupación» completa, los congéneres parásitos quieren eliminar la anomalía, por lo que Shinichu y su ocupante, al que conocemos como Miggy, viven con el peligro constante de ser encontrados por los parásitos y/o descubiertos por los humanos.

Si el primer tomo sirvió de presentación para este manga que aúna de manera genial el terror, el humor y la acción… el segundo asentó los conceptos y desarrolló la relación de los protagonistas… este tercero da el paso necesario para que no se estanque la trama y no dé esa sensación que otros adolecen, de excesiva lentitud. Ahora los seres parásitos están a punto de salir a la luz y la contenida invasión comienza a hacer velados movimientos estratégicos. Son las dosis necesarias de información para mantener la tensión y el suspense, pero sin soltar demasiado carrete y mantener aun muchas incógnitas. Este manga no destaca por un dibujo fuera de lo común ni por un guión sobresaliente, es la combinación acertada de géneros y ese desarrollo de la historia pensado para ir siempre ganando en interés lo que convierte a Parasyte en algo fuera de lo común. Además de gestionar muy bien las escenas de acción, intencionadamente escasas, que parecen acelerarse ante nuestros ojos y mantenernos pegados a las páginas.

El gore, el humor, el drama, la crítica, la acción… se conjugan de maravilla en este manga que, además, incluye ahora nuevos factores en su ya de por sí interesante trama. Muy recomendable!

• Parasyte 3. Planeta Cómic
• rústica con solapas. b/n y color. 280 pp. 9`95 €