Crítica: «La Patrulla Condenada. Libro 1. Desde las Cenizas», tipos raros con poderes.
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Imprescindible
Divertida y original recreación de la patrulla Condenada, convertida por Morrison en una mina de surrealismo.
Acababa de llegar a DC y el señor Grant Morrison ya dejó patente su manera de retorcer y reinventar a los superhéroes en la serie Animal Man… Pero eso era solo un ensayo, un tibio acercamiento para lo que vendría después, su larga etapa en la colección de La Patrulla Condenada, en la que debutaría en el número 19 y reinventaría la fórmula conocida del grupo de superhéroes. Porque en realidad, más que héroes (y los villanos también) tenemos ante nosotros una colección de tipos raros, inadaptados y excéntricos con poderes aun más extraños e imposibles.
La Patrulla se rehace en el número 19, y para ello sus miembros cambian o simplemente evolucionan. No son gente normal, ni siquiera dentro del colectivo superheróico (en una escena los miembros de la Liga de la Justicia se refieren a ellos como «tipos raros»), son inadaptados y extremadamente inestables, condenados a estar aparte de la sociedad, de la normalidad… un discurso que suena también al «problema mutante» que explota la competencia para mantener aislados a la Patrulla-X… pero que Morrison consigue desligarse de ese discurso y avanzar más allá, gracias a la libertad que entonces le otorgó la editorial, llevando a esta Patrulla a cotas de hiper surrealismo nunca vistas.
Empezamos repasando a los miembros de La Patrulla Condenada. El líder, Niles Caulder, que también está atado a una silla de ruedas, manifiesta una tiranía en el liderazgo tan abusiva como necesaria. Joshua Clay actúa como enfermero, negándose a usar sus poderes. Cliff Steele, antiguo miembro de los Metal Men, encerrado en un cuerpo metálico. Rebis, el hombre negativo, fusión de tres seres, entre los que se incluye un antiguo miembro… Y los nuevos integrantes: Crazy Jane, que posee más de 60 personalidades, cada una con un super poder distinto. Dorothy Spinner, una adolescente con rostro simiesco que es capaz de materializar seres de su subconsciente… y hay más, aunque en este primer tomo casi no los veremos. Esta nueva formación es la superviviente de la saga Invasión y es usada por Morrison para lanzar su serie hacia las aventuras más inverosímiles y, al mismo tiempo geniales, que nos podamos imaginar.
Los hombres tijera escapan de un mundo imaginado para atrapar y destrozar a los habitantes de este. El grupo de villanos La Hermandad Dadá roba un cuadro maldito que es capaz de devorar a quien lo contempla, llegando a absorber a todo París. Villanos y amenazas a la altura del ilógico e improbable grupo, muy lejos del alcance de héroes más convencionales que ante semejantes ataques se encuentran indefensos, sin saber como actuar, ellos siempre movidos por la lógica flemática. Aprovecha Morrison esta artimaña para lanzarnos cultura a paladas, referencias literarias, pictóricas, históricas, arquitectónicas, etc. Como cuando nos introducimos en aquel cuadro maldito y recorremos distintos mundos regidos por leyes inspiradas en movimientos pictóricos como el cubismo, expresionismo, realismo… O esa referencia erudita al Quinto Jinete del Apocalipsis, la Extinción, o la forma absurdamente genial de vencerle.
Morrison vuelve a hacerlo y se permite jugar con sus personajes y sus historias para jugar también con el lector, contando con su complicidad para tejer algunas de las aventuras más locas y atrevidas vistas en el mundo del cómic de superhéroes y ojo, que esto es solo el principio. Su etapa comienza en este número 19 y se extiende hasta el 63, llevando al grupo siempre en sentido ascendente hacia lo improbable.
Por desgracia, una pega persigue la obra de Morrison en esta época en DC… el dibujo. Aunque en esta ocasión el nivel no es tan paupérrimo como lo visto en Animal Man, pues Richard Case cumple, es cierto que se puede calificar de trabajo simplemente correcto. En otro cómic de superhéroes de la época hubiera ganado un aprobado pelado… pero no hablamos de un cómic normal. El juego de irrealidad y surrealismo de Morrison en La Patrulla Condenada precisaba de un autor tan valiente y trasngresor en el dibujo como él en los guiones. Alguien que abusara y manipulara el lenguaje del tebeo, que experimentase… y estaríamos ante una de las mejores obras del género jamás escritas. Por desgracia este lastre persiste y nos impide ver una obra a la altura de Arkham Asylum, ahí si… ahí supieron equilibrar los dos lados del tandem artístico.
Pero es un error anclarse en lo que pudo ser y no fue. Nos arriesgamos a perdernos la etapa de Grant Morrison en La Patrulla Condenada, que comienza aquí y continuará con tres tomos más, editados con todo lujo por ECC y consiguiendo la presentación definitiva que esta obra merecía. Distinta, atrevida, inteligente, sorprendente y con mucho humor.
- La Patrulla Condenada. Libro 1. Desde las Cenizas. ECC Ediciones.
- edición original. Doom Patrol núms. 19 al 29. DC Comics.
- cartoné. 304 pp. color. 29’50 €