Reseña: «El paisaje de los sueños de oro», de Belinda Alexandra
Resumen de la Crítica
Puntuación
Una inolvidable saga familiar que se mueve entre dos ciudades y dos tiempos.
Belinda Alexandra es una afortunada. Ha viajado por todo el mundo desde muy joven, y el amor por otras culturas y lenguas traspasa sus escritos: ahora Roca Editorial ha publicado El paisaje de los sueños de oro, una historia que se mueve, precisamente, también entre ciudades, concretamente dos: Barcelona y París.
La novela se podría incluir dentro de la categoría de saga familiar y se desarrolla a través de dos líneas argumentales: por una parte, nos encontramos con el París de la década de los 70, justo después de la muerte de Franco. Conocemos a Paloma Batton, que una joven que vive en París con su abuela tras la muerte de su madre. Sueña con ser una gran bailarina e ingresar en la escuela de ballet de la Ópera de Paris, una de las más prestigiosas del mundo, y que hizo de su madre Julieta una gran estrella. Toda una étoile.
La segunda línea argumental es anterior: comienza en Barcelona en 1909 y está protagonizada por Celestina, una niña nacida en los ghettos que vive con su padre y hermano de forma muy humilde. Pero poco después en una revuelta el padre de Celestina muere y ella se queda sola en el mundo. Afortunadamente, una gitana la recoge y se da cuenta del gran don que tiene, el baile. Asimismo, debido a la agitación civil turbulenta de la España de entonces, se involucrará con la familia Montello, cuya riqueza y sentido del privilegio propio de la élite española representan todo lo que ella había odiado. En esta parte entrará en escena la tercera protagonista de la historia, una importante bailaora de flamenco apodada ‘la Rusa’.
Se trata de una obra rica y magistralmente elaborada. La historia comienza cuando, una mañana, Paloma ve algo que la intriga y descoloca: un fantasma que le entrega un par de aretes de oro (de ahí el título en inglés de la obra: Golden earrings). La mujer que se le ha aparecido le resulta extrañamente familiar y decide comenzar a investigar ese pasado del que su abuela nunca quiere hablar. Perseguir su anhelo de conocer su herencia española. Y así comienza el misterio.
El escenario del libro varía entre el Franco que asciende al poder dictatorial hasta su caída en la década de 1970. Pero incluso mientras leemos sobre los típicos desafíos contemporáneos de Paloma en el París de la época, la atmósfera brutal de la guerra civil española y sus implicaciones para los individuos —en este caso Celestina, su familia y todos los miembros de la familia Montella— impregnan la historia.
Los personajes de Alexandra aman, odian, traicionan y son traicionados. La novela y la intriga se construyen con la intensidad de una lenta combustión. También se nota que se ha llevado a cabo una extensa investigación. No sólo la historia es satisfactoria, sino que también lo es la lección que podemos extraer. Si consideramos que parte de la trama tiene lugar a comienzos del siglo XX, alguien podría señalar que la autora debería inclinarse por ilustrar las dos guerras mundiales, y que esto eclipse, en cierto modo, la ferocidad de la guerra civil española y cómo marcó a todos los que la sufrieron. Pero no es el caso, porque se reflexiona sobre todo eso e incluso se va más allá.
Se percibe, pues, que la autora tiene conocimiento de los detalles culturales y artísticos de ambas épocas —incluyendo los aspectos emocionales y técnicos del baile flamenco, los conciertos para piano, la tradición catalana y, por supuesto, la lengua—.
En cuanto a la estructura, ya hemos comentado que Alexandra cuenta la historia desde tres puntos de vista mientras trabaja entre dos eras diferentes. Un montón de escritores experimentados fallarían aquí. Pero en lugar de rehacer escenas anteriores, Alexandra se mueve desde cada punto de vista al siguiente sin problemas.
En definitiva, El paisaje de los sueños de oro es una novela que gira en torno a la necesidad de conocer: la protagonista quiere saber de dónde viene, bucear en su herencia, mientras decide si retomar la relación con su padre, que hasta ese momento está más que congelada. Pero esa batalla no es la única que se libra en la obra, porque también existe la necesidad de (dar a) conocer las encarcelaciones, las torturas y ejecuciones gratuitas, las penurias, las experiencias que tuvieron que vivir los miembros de su familia en el pasado.
Como en muchas ocasiones, detrás de personajes irreales se esconde la que podría ser la historia de cualquiera que sufriera la sinrazón de la guerra. Concretamente, de cualquier mujer, a la que, como estas, le tocó sobrevivir en un periodo más que difícil. Un homenaje a todas ellas.
Además, a lo largo de sus páginas se desarrolla una idea muy interesante que creo que todo el mundo debería plantearse: ¿todas las causas buenas tendrán éxito, aunque les cueste décadas llegar a buen término, o la humanidad está condenada a repetir sus errores?
· ¿Y vosotros? ¿Lo conocíais? ¿Os gustan las novelas ambientadas en la Guerra Civil?