Crítica: «Philémon Integral 1 (de 3)», el CÓMIC.
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Imprescindible.
Una obra maestra del cómic. Solo leyéndola se puede valorar.
Que nadie hubiera dedicado una edición exclusiva e integral a Philémon de Fred en nuestro país era un hecho casi inexplicable, considerándose esta obra como una de las cumbres del medio en toda su historia. Por fin ECC ha hecho justicia y nos presenta una edición tan cuidada como completa en tres volúmenes absolutamente imprescindibles. La magia y lo maravilloso de la obra queda pegado al lector nada más acercarse a este primer volumen que hoy traemos a Hello Friki.
Fred (1931-2013) fue un artista francés polifacético y siempre genial, ligado estrechamente a la ilustración y al humor, aunque también se prodigó en los guiones, la música, el cine… Su obra Philémon fue rechazada por la emblemática revista Spirou y recayó en otra de las clásicas: Pilote. Allí comenzó a publicarse de forma regular y pronto alcanzó la trascendencia que reclamaba a fuerza de imaginación, surrealismo e inventiva. Tres características permanentes en la obra.
En la campiña francesa, deliciosamente representada por los dibujos de Fred, tranquilos, naturales y sencillos, encontramos a Philémon, un joven soñador que pasa sus días indolente acompañado de su inseparable burro Anatole. Pronto comenzarán a surgir personajes y situaciones irreales que llevarán a Philémon a vivir las más extravagantes y divertidas situaciones. Su tío Félicien le ayudará y aconsejará en sus imposibles aventuras y el náufrago de la «A» (luego lo explico), llamado Barthélémy, será otro punto de conexión con ese otro mundo onírico, a la vez temible y divertido. El vínculo con la realidad la ponen los padres de Philémon, sobre todo el cascarrabias de su padre, pragmático e incrédulo ante las narraciones de su hijo y de su hermano.
Las aventuras de Philémon rozan siempre la locura, con hipnotizadores que quieren ser jefes de circo (y, como no encuentran trapecistas, domadores, etc. hipnotiza a los lugareños para que adopten esos papeles), con marionetas que crecen de los árboles, con portales inverosímiles a otra dimensión o con magos incompetentes que caen víctimas de sus propios trucos. La creatividad desbordante de Fred nos traslada al particular universo de Philémon donde todo es posible. Sin embargo, la mayor carga de imaginación y el surrealismo sublimado que aparece en estas páginas, queda reservado a los viajes que Philémon y sus amigos realizan a las letras del mapa.
Si, como lo leéis. En este extraño y genial cómic las letras que aparecen en el mapa con la leyenda «Océano Atlántico» no son simplemente letras en un mapa, sino que son islas de verdad, físicas, a las que se puede acceder. Cada una de estas islas es un mundo distinto y encierra maravillas y peligros a partes iguales. La primera vez que Philémon llega a una de ellas lo hace a la primera «A» (de Atlántico), donde hay un naufrago llamado Barthélémy que lleva 40 años allí atrapado, viviendo con un centauro, Viernes, y habitando un palacio que nació de la tierra como una planta y no deja de crecer, pero al que hay que regar, claro. Visitaremos las otras letras y allí encontraremos todo tipo de imposibles, siempre prodigiosa la imaginación de Fred, que hará vivir fabulosas aventuras a los protagonistas y que, al final de cada episodio, se encontrarán con la reprimenda del padre y como si nada hubiera pasado. Porque como bien dice en el artículo al final del tomo Jorge García, los viajes y aventuras de Philémon no cambian al personaje, sino que cambian al lector mismo.
Referencias directas e indirectas de la literatura inmortal, como ese Viernes que hace referencia al Robinson Crusoe de Daniel Defoe o como esos cambios de mundo que recuerdan a Alicia o los cambios de tamaño que nos evocan a Gulliver. Espero no dar la idea de que es una copia o imitación de estas obras, porque Philémon va más allá y utiliza de manera inteligente una ventaja y distinción con aquellas novelas… el medio. La sabia utilización del cómic, de su lenguaje y de su narrativa, confiere a Philémon una identidad propia que no se encuentra en las obras que evoca. Fred usa las páginas, las viñetas y los dibujos para conformar un mundo inabarcable y mágico que parte de algo tan sencillo como una granja, una casucha en la campiña y unos humildes parroquianos.
La magia, lo extraordinario, lo misterioso trasciende de las páginas y llega hasta el lector que asiste magnetizado a la lectura de Philémon, un clásico de este joven arte que nadie debería perderse y al que debería reivindicarse por el valor que atesora. El primer paso está dado, por fin publicado con dignidad en nuestro país. Ahora nos toca a nosotros disfrutarlo y valorarlo. Vale la pena darse una vuelta por las letras del océano, allí volveremos en los próximos volúmenes.
- Philémon Integral 1 de 3. ECC Ediciones.
- Cartoné. color. 304 págs. 35 €