Crítica: “MALDAD ETERNA”, la investidura de Lex Luthor.
Resumen de la Crítica
General
Guion
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
“Lo último que esperaba hacer en esta vida era colaborar con Superman para salvar el mundo”
Un comic de superhéroes sin superhéroes, un divertimento sin trampa ni cartón donde la interacción de los protagonistas se come la acción pirotécnica clásica del género.
A lo largo de los años en el comic de superhéroes ha sido frecuente la asociación de los villanos para detener de una vez por todas el avance de los héroes en sus exteriorizadas guerras metahumanas, al margen de sus propios supergrupos. Me estoy refiriendo a una coalición global. Derrotados una y otra vez por sus archienemigos, los editores de las distintas series han cambiado cromos para dar nuevos enfoques a ambos lado de la contienda. Siempre resultaba curioso ver a Superman enfrentarse con el Joker y a Batman con Lex Luthor. Hay muchos ejemplos de estos pactos diabólicos, Actos de Venganza o el Viejo Logan (Marvel), Villanos Unidos o la Liga de la Injusticia (DC), creados exprofeso para liquidar definitivamente a sus adversarios en beneficio del interés general maligno. Ya con los Nuevos 52 consolidados y con todo el futuro por delante para los reseteados villanos (porvenir corto observando de cerca la tormenta Rebirth) era hora de construir el primer evento de la editorial en este relanzamiento. Y esto que podía verse en la portada como una versión deceita de Actos de Venganza… tenía truco. Los villanos se verán obligados a resolver la papeleta. Anulada la Liga de la Justicia y ante un universo superheroico tan poco cohesionado como eran estos primerizos Nuevos 52 no queda nadie para sofocar la amenaza que representa el Sindicato del Crimen, Liga de la Justicia invertida más parecida a la creada por Grant Morrison y Frank Quitely en JLA: Tierra 2 que la primigenia de los sesenta. En cualquier caso, versiones alternativas del grupo aparte, se respetan los nombres código y más o menos sus trasfondos. El caso es que estos huyendo de su universo propio de una secreta gran amenaza, han neutralizado a la JLA y se disponen a dominar nuestro planeta. Para ello se aprovecharán del despecho y revanchismo de los villanos que pueblan todo el universo DC para lograr tal fin. Claro que esta nueva orientación está bien para los conformistas, pero para quien prefiere ser el titiritero en lugar que la marioneta desde luego que no. Y este no es otro que Lex Luthor, claro está. Un Luthor que ve la amenaza del reverso tenebroso de su enemigo como un conflicto aún mayor, que puede desmontar todo su mundo aún contaminado por su némesis del que ya en su día aceptó el juego del gato y el ratón como statu quo “aceptable”. Con la llegada de esta grupo criminal omnipotente peligra su imperio por lo que habrá que convertirse en héroe por un día para derrotar esta terrible amenaza cuando los héroes de verdad no han podido. La alienación liderada por Luthor no puede ser más variada y cosmopolita desde el punto de vista editorial. Del universo Superman, Bizarro; del universo Batman, Catwoman; del universo Green Lantern, Sinestro, del universo Capitán Marvel, Black Adam; del universo Aquaman, Manta Negra; y del universo Flash, el Capitán Frío. Todos liderados por un Luthor que no necesita apoyo actoral para colocarse en su respectivo comic de superhéroes, aquí resurge y se culmina como el gran antagonista humano de todo el universo DC. El jefe de todo esto.
Y efectivamente Don Alexander es el verdadero personaje de peso más allá de la amenaza tan tremenda que representa el Sindicato. Los cuadros de texto subrayan sus pensamientos y justifican las decisiones que irá tomando a medida que se enfrenta a las penalidades conociendo datos de su pasado y sentido de vida (en esta continuidad). Pero lo interesante y bien calculado por Johns es su lado más activo. Envuelto en la clásica armadura de jade más adaptada a los tiempos actuales, resultará en todo un action hero por la cantidad de recursos que tiene consigo, no sólo para salir del paso con los cachivaches a lo McGyver sino sobre todo actuando con su principal arma, su intelecto, que le permitirá desnudar las debilidades de sus enemigos a sus propios fines.
Como aliado involuntario de la banda Luthor encontramos a uno de los héroes caídos pero que desde luego más puede sintonizar dentro de una coalición puntual como es esta, Batman. Quien a la vista del enfoque presentado por el guionista está eclipsado por Luthor. De manera lógica cada uno irá por su lado para que no se cortocircuite la misión, conocidos los egos de ambos, pero sin duda en los momentos en que estos deben dar lo mejor de sí mismos, dejarán de lado sus diferencias para poder alcanzar el éxito global. Los roces concurrentes entre ambos a lo largo de la historia son los aspectos más explosivos de la historia. Además no estamos ante una versión edulcorada del enemigo natural de Superman, todo lo contrario. Es el Luthor reconocible de toda la vida, sólo que su objetivo coincide con la del lado heroico en aras de la supervivencia común.
Lo que más destaco, más allá de los combates de toda la vida en este tipo de historias con esas grandes viñetas y splash pages que un dibujante como David Finch tan bien explota representando grandes combates y escenas impacto, es la relación entre los personajes, ya sean del bando que sea. Las miradas por encima del hombro y piques entre Luthor y Batman; la química entre el primero y Frío, la exploración psicológica de este, más un antihéroe que un villano y que llama a las puertas para tener serie propia; la malvada frialdad de Manta Negra; el sadismo verbal del Flash oscuro y las frases lapidarias de Ultraman, trasunto tenebroso de un Superman eliminado en toda la trama. Llama la atención por ejemplo Owlman, la versión oscura de Bats y su peculiar idiosincrasia, que permite un acercamiento moral al de su sosías hasta casi acariciarse gracias a ese talón de Aquiles que aquí comparten encarnado en su sidekick.
En cuanto a la pirotecnia superheroica, sin duda los amantes del género no se van a arrepentir al adentrase en Maldad Eterna. Adversarios letales y superpoderosos, héroes involuntarios cuya unidad es mayor que la suma de sus partes, acción cinematográfica de gran presupuesto y muy mala leche. Un comic de género muy disfrutable, ligero y muy molón.
Forever Evil nº 1-7 USA, DC Comics, Maldad Eterna, ECC Ediciones. Cartoné. Color. 240 pags. 23 euros. Fecha de edición: Junio de 2016.