Crítica: «Angry Birds Transformers vol.1», crossover para los peques

No es extraño que en los cómics veamos a personajes muy distintos compartir una misma aventura, sobre todo en el mundo de los super-héroes. Algo más inusual es que esos superhéroes vengan de distintas editoriales, pero también son numerosos dichos cruces… como el reciente entre Batman y las Tortugas Ninja. Pero con el cómic de hoy se riza el rizo y convergen dos tipos de personajes que vienen de medios distintos, aunque su popularidad les ha hecho llegar a todo tipo de lugares y personas. Angry Birds y Transformes.

Unos, los simpáticos y esféricos pájaros cabreados, coparon las horas de ocio videojueguil en dispositivos móviles (y luego en consolas también), jugados por aficionados de todas las edades gracias a su accesibilidad y su adictiva jugabilidad. Aunque ya queda algo lejos el cénit de su éxito, siguen gozando de legión de seguidores, alentados recientemente por la película de animación. Los otros, con dilatada trayectoria en cómic, invento comercial para vender figuras articuladas que disfrutan de una longeva vida saltando de la TV al cine y al cómic.

IDW publica las series de ambas franquicias y los editores pensaron que sería buena idea juntarles en un título común. Sin embargo, la mezcla no era fácil. No solo por lo diferente de ambos conceptos, sino porque las series de cada uno de ellos es muy distinta en tono, contenido y calidad. Los Transformes disfrutan en la actualidad de su mejor momento comiquero, viviendo una auténtica space operade magnitud y calidad considerable. En el caso de los Agry Birds es muy distinto, pues sus publicaciones han ido dirigidas claramente al público infantil. Y hacia este público es hacia el que han dirigido este Angry Birds Transformers.

El argumento es inexistente, solo una excusa para que nazca la publicación: los Decepticons lanzan un ataque desesperado para robar la Chispa Vital de manos Autobots. Para protegerla, deciden realizar un salto cuántico pero, algo sale mal… y la Chispa Vital acaba en el mundo de los Angry Birds, en Piggie Island. Los Angry persiguen a sus enemigos los cerdos, que les han robado unos huevos… pero la aparición de la Chispa Vital llevará la lucha entre pájaros y cerdos a un nuevo y mecánico nivel, porque descubriremos a los Autobirds y a los Deceptihogs.

Todo está pensado para gustar a los más pequeños, potencial público lector del cómic. Grandes y coloridos dibujos, viñetas exageradamente enormes y líneas de dibujo limpias y claras. Los guiones son líneas sencillas y directas, con alguna broma blanca y con grandes dosis de acción trepidante. Como digo, un producto infantil que gustará a los seguidores de los Angry Birds más que a los de los Transformes ya que estos, al menos en este primer tomo, prácticamente no aparecen más que al principio, para generar la historia. Un poco extraño ya que el guionista es John Barber, responsable de una de las colecciones actuales de Transformers (Robots in Disguise). Buen detalle el emplear dos dibujantes y dos técnicas distintas para diferenciar el mundo de los Transformers y el de los Angry. En el primero, un dibujo más elaborado, con viñetas más pequeñas y mejor construido… mientras que en el mundo siguiente vemos ese estilo infantil y ligero al que aludía anteriormente.

Presentado como tomo en tapa dura y de gran tamaño, este primer volumen de Angry Birds/Transformers supone una buena oportunidad para iniciar en el mundo del cómic a los niños jugadores del casual Angry Birds. Para un lector curtido no tiene mayor interés, pero los peques disfrutaran con sus pájaros favoritos recubiertos con la tecnología de Cybertrón.

• Angry Birds/Transformers 1. Planeta Cómic.
• edición original: Angry Birds Transformers núm. 1 y 2. IDW, Hasbro.
• cartoné. color. 12’95 €