Crítica: “The Victories: Transhumano”, de Michael Avon Oeming

Con Transhumano continuamos con las peculiares lecciones de autopsia meta humana y justiciera del Dr. Oeming. Si en Marcado focalizó la atención en el inestable Fausto, en este ocasión amplía sus objetivos con otros dos miembros del supergrupo The Victories para mostrarnos nuevas capas en la psicología de estos seres. Continuista en el tono oscuro y pesimista de la sociedad donde se suceden los hechos, las amenazas del grupo en comparación con el anterior volumen aumentan cualitativa y cuantitativamente. Volvemos a encontrarnos con El Chacal, uno de las más acertadas creaciones con esa deliciosa combinación de violencia y humor negro que se convierte en el portavoz gráfico de Oeming del que nos servimos para conocer sus reflexiones sobre la naturaleza del bien y el mal. Debutan conceptos locos como Baco, un ladrón de bancos cuyos cachivaches provocan trances equiparables a borracheras tremendas tipo consumo de diez minis de cubatas, o el nuevo roba escenas llamado Tarcus, un remedo del marveliano Loki, de una presencia y modos demoledores muy agradecidos por el arte del autor. El Zodiaco, grupo de superhéroes pagados de si mismos que sufrirán la ira del anterior en una secuencia de acción violenta infrecuente pero impactante y sobrecogedora que gracias al peculiar trazo cartoon siniestro del artista, nos desplaza a un visionado matinal sangriento de dibujos animados.

La obra abarcará el conocimiento de otros metahumanos de presencia más poderosa con lo que conseguimos constatar que el experimento del primer arco argumental no era más que un aperitivo. Oeming, en la medida en que los editores se lo permitan, tiene en la cabeza un escenario real lleno de super seres con unas ambiciones, motivaciones y dejes tan crudos, realistas y duros, que no dejará títere con cabeza. La nobleza y las buenas intenciones clásicas del género son absorbidas por un tremendo agujero negro de pesimismo, suciedad, mezquindad y codicia que concentra una atmósfera irrespirable. Sin duda, con esta serie encontramos nuevas aproximaciones en la carrera editorial nacida a finales de los noventa sobre el realismo del género super heroico, si bien en los últimos tiempos por la retroalimentación acaecida entre todas las obras de esta clase no había posibilidad de descubrir algo nuevo donde la tónica general había cogido velocidad de crucero. Con The Victories encontramos un rara avis digno de mención, de ahí que recomiende su lectura. Un planteamiento nacido desde las entrañas de su creador, no de su cabeza. Es un cómic distinto, alejado de lo habitual de las dos grandes y de otras de mismo corte a lo Image y similares. Sí, es exagerado, bruto, a veces tosco con un lenguaje desequilibrado, desproporcionado y simple. Pero ahí radica su gracia, que rompe la monotonía en el género. Ojo, para nada es un comic tonto de consumo rápido. No es pretenciosa ni innovadora, pero si es rica en un muchos aspectos. Es un comic tan sincero y pasional que funciona como una radiografía mental del autor en este contexto.

Libertad absoluta para hacer lo que le da la gana en un diario personal retorcido donde poner patas arriba el género, con un inflado discurso contradictorio entre coherente y demagógico que deja al lector tocado de muerte imaginera. Y ello como excusa para desarrollar esos dos personajes a los que me refería anteriormente, como son Metatron (el superman de turno, con claras reminiscencias al Miracleman de Alan Moore y al Uno de Rick Veitch en cuanto a su origen) y la deliciosa DD Mau (cuyo original secreto descubrimos aquí) con un planteamiento más rompedor respecto al anterior volumen, otra vez con el Chacal de por medio, quien en uno de sus desquiciados planes pone a oscuras a toda una ciudad para delicia de los hombres del saco que merodean sus esquinas. Hecho que será el punto de partida para descubrir toda una galería del coleccionista de ideas absolutamente delirantes y locas en cuanto a los meta humanos se refiere, para justificar un hilo argumental más con los pies en la tierra como son las conspiraciones de los centros de poder que maneja este mundo (y el nuestro) a su antojo.

Lo más destacable sin duda en mi opinión es que a pesar que estos planteamientos se podrían usar en historias cortas y autoconclusivas que sirvan únicamente como excusa para que el creador deje bien claro sus inquietudes artísticas y sus ideas al respecto, como si los demás sobráramos y solo sirviéramos para pagar su arte, hace todo lo contrario. Poco a poco, entre tanto desmadre y locurones, se tejen y se unen ideas potentes (no muy originales eso sí) para construir una historia global más grande que la suma de sus partes, que sirvan como cuerpo cierto de lectura cerrada de seis capítulos, pero con las bases suficientes para continuar una historia a largo plazo más grande y ambiciosa todavía.

The Victories nums. 1-5 y Dark Horse Presents 20 y 21 USA, Dark Horse Comics. The Victories: Transhumano, Aleta Ediciones. Cartoné. Color. 168 pags. PVP: 16,95 €.