Crítica: «Queen & Country vol.4», desclasificando archivos.

Tres volúmenes componen la serie Queen & Country: Declassified, que sirven a modo de precuela y como revisión de los personajes que han poblado la serie. Esos tres volúmenes se incluyen en el cuarto tomo que publica Planeta Cómics, el último de sus integrales que recogen al completo la maravillosa serie del maestro Greg Rucka.

Al igual que pasaba con la serie regular, cada volumen está dibujado por un artista distinto y, de la misma manera, el cambio de estilo no afecta en absoluto a la hegemonía de la colección. Todos destilan ese aire de cómic europeo necesario en una historia protagonizada por los servicios secretos británicos y que recorre diferentes tipos de escenarios y países, de culturas y de ambientes. Tampoco es cuestión de repetir por cuarta vez la gran capacidad que Rucka tiene como escritor de historias de corte realista, de género de espías, dominando términos y situaciones comunes al género, ensamblándolas con habilidad en sus relatos.

Paul Crocker protagoniza el primer arco argumental. El miembro más reciente del SIS nos regala una aventura frenética y arriesgada en la que lo acompañamos desde la puerta de su casa (literalmente) hasta el último rincón en Praga. Conocemos así su lado más personal, íntimo y familiar pero también su alta capacidad como miembro de la élite mundial del espionaje. El dibujo de Brian Hurt es limpio y nítido, en la más pura línea clara del BD y uno de los mejores que se han visto en toda la serie.

Casi en la misma línea es el trabajo de Rick Burchett en el segundo volumen, algo menos detallista y cuidadoso con escenarios y detalles pero de sobra efectivo. En dicho volumen Greg Rucka nos cuenta como Tom Wallace es reclutado y enviado a Hong Kong a investigar una extraña muerte. Conflictos internacionales con trasfondo real made in China.

La tercera historia es la más curiosa de todas… porque no está escrita por el «padre» de la serie. Anthony Johnston se encarga de contarnos como Nicholas Poole vive una conflictiva historia en cierta parte de las islas británicas al tiempo que mantiene un secreto personal. La pregunta sería si el cambio de guionista desmerece con el conjunto de la serie… y lo cierto es que no. Se nota que no se trata de Greg Rucka, al que hemos leído número a número, pero dicho cambio no supone en absoluto un descenso de calidad. Podría decirse que no se mantiene el sabor personal que el autor habitual sabe darle, pero que tiene todo lo necesario para no desentonar ni, lo que es más importante, sobrar del conjunto. En el dibujo tenemos a Christopher Mitten, que sale peor parado que sus compañeros por un dibujo más básico, pero que destaca sobre ellos en la gran dominio que tiene del retrato, de los gestos, capaz de clavarlos pese a su técnica minimalista.

Si el tomo acabase aquí, tendríamos un final de serie por todo lo alto, pero la edición presente se rubrica con unos extras que, ahora sí, son de auténtico lujo. «Entre Bastidores» sirve como epílogo presentando una serie de bocetos y, lo más importante, extensas entrevistas con algunos de los autores que nos ayudarán a entender mejor lo que se ha cocido entre bastidores en Queen & Country.

Han sido más de mil páginas de aventuras, espionaje, tensión, negociaciones a vida o muerte, relaciones… Creándonos un grupo de sujetos inolvidables y muy reales liderados sin discusión por uno de los personajes femeninos más potentes que ha nacido en cómic, Tara Chase. Arquetipo de la espía moderna a la que Rucka dotó de alma, de pasión, de vida. 

Queen & Country es un imprescindible.

• Queen & Country. Edición Definitiva vol.4 Planeta Cómics
• Edición original: Queen & Country: Declassified 1-3 USA
• Rústica con solapas. 286 pp. 20 €