Crítica: «Historia de una geisha», paseando entre las flores y los sauces.

Tsuru es una niña empleada como shikomikko, vendida a la okiya (casa donde viven y trabajan las geishas) Matsuru por un saco de arroz. El papel de Tsuru, como del resto de shikomikkos, es ayudar en la okiya en todas las tareas domésticas, al tiempo que sirve como ayudante personal de una geisha, la que se le ha designado como «hermana mayor».

Tsuru es la protagonista absoluta de Historia de una geisha, pues a través de su día a día conoceremos la vida y costumbres de este oficio y todo lo que le rodea. Primero veremos la dura labor de las shikamikkos, en régimen de semi-esclavitud laboral y compaginando su duro trabajo con el aprendizaje de diversas artes, pues esas niñas serán las futuras geishas que acompañarán y divertirán a los hombres cuando cumplan la edad adecuada.

Kazuo Kamimura firma como autor completo este delicioso manga de corte costumbrista e histórico, publicado por ECC Ediciones, retratando de manera realista y directa la forma de vida de un colectivo tan desconocido como mitificado. Gracias a sus dibujos limpios, su gusto por los detalles y su minuciosidad, esta obra se convierte en todo un prodigio educativo, informativo y pedagógico. Además de esta virtud instructiva, Kamimura consigue atraparnos con unos personajes reales en los que notamos el paso del tiempo, confiriendo a la lectura una cualidad todavía más cercana a la realidad. Acompañaremos a Tsuru en su dura infancia, conociendo a las personas que componen su pequeño universo, y los veremos tal como ella los ve. Más avanzado el cómic encontraremos a la antes niña convertida en una hermosa geisha y comprobaremos como su vida a formado su carácter… además de ver crecer y envejecer a los secundarios, los escenarios, el trasfondo histórico… Todo está vivo y todo cambia en este manga.

Kamimura se ha preocupado por cuidar ciertos detalles, que no forman parte directa de la vida de Tsuru, pero que a modo de telón de fondo ayudan a enmarcarla en un escenario real y llegan directos a la mente del lector. Me refiero a hechos históricos, algunos de carácter mundial y otros de carácter local (pero de sobra conocidos) de los que el autor se sirve y que nos ayudan a sentir esta historia como algo vivo.

Los sentimientos son otra constante en la obra. Los sentimientos que se producen dentro del papel y fuera. Al ser una historia tan auténtica y de momentos vitales tan extremos, Tsuru y el resto de personajes los viven con fuerza y pasión… y por extensión nosotros los compartimos. Y no me estoy refiriendo exclusivamente a momentos dramáticos o crueles, pues asistiremos a muchos de las vivencias más importantes de Tsuru y sus compañeras: el duro trabajo diario, la satisfacción de recibir un regalo, el primer beso, una muerte inesperada, la traición de una amiga… todo en su reducido mundo es crucial para comprender la evolución de Tsuru.

A través del aprendizaje de Tsuru para convertirse en geisha nosotros aprenderemos y comprenderemos cuáles son las reglas en su mundo: su cruel y exigente patrona que dirige con mano férrea la okiya, su indolente hermana mayor, la crueldad que supone para una geisha tener que renunciar al amor para no traicionar a su danna asignado (un danna es un hombre que acepta pagar la deuda contraída por la geisha con la okiya, tras tantos años recibiendo alimento y aprendizaje, a cambio de convertirse en amante «en exclusiva» de dicha geisha), las duras clases de danza, música, interpretación que deben recibir la aprendices… una infinidad de detalles que nos permiten integrarnos en este extraño y durísimo mundo de unas mujeres instruidas a conciencia para vivir por el arte y la sensibilidad en un mundo de sujetos dominados por el deseo y la codicia.

El camino de las flores y los sauces es como se llama al camino que ha de recorrer la persona destinada a ser geisha… parece una analogía hermosa… pero los sauces provocan sombra y las flores tienen a veces espinas. Si queréis conocerlo y vivirlo no deberíais perderos este magnífico tomo.

• Historia de una Geisha. Kazuo Kamimura. ECC Ediciones
• Rústica. 360 pp. 19,95 €