Crítica: «Kajika», fórmula efectiva pero agotada

Planeta Cómic reedita uno de los mangas clásicos de uno de los autores más queridos y divertidos del medio, Kajika de Akira Toriyama. Publicado originalmente en 1998 en Japón, nos encontramos con una historia que ya nos suena a los lectores veteranos de este autor.

Kajika es el último (o penúltimo) de su raza, los katwa, una etnia con fuerza y poderes sobrehumanos… ¿a que ya empieza a sonar? Lo divertido es que Kajika sufre una curiosa maldición causada por matar a un zorro y que le convierte en medio-zorro, que merma su fuerza y de la que solamente se librará si salva 1000 vidas. Mientras, está acompañado del espíritu del zorro asesinado, pues fue el que lo maldijo. En su camino de redención se encontrarán con singulares personajes, con antagonistas que terminarán volviéndose aliados y con los malvados de turno. Todo ya visto antes en el «universo» Toriyama.

Aquí ningún elemento sorprende, ni los personajes consiguen desprenderse de esa sensación de «copia» que transmiten (desde el mismo Kajika hasta el malo, el señor Gibachi), ni los chistes y gags visuales resultan tampoco originales. Una lástima. También se percibe cierta dejadez (que sin duda es cansancio) en el apartado gráfico, donde encontramos entornos desérticos y vacíos, con una corta escena que transcurre en ciudad y que está bien alejada a lo visto en otras obras del autor. Se excusa por el hecho de que esto transcurre en un mundo post-apocalítico… pero suena a eso, a excusa. Que conste que no menciono todo esto como reproche, pues es bien conocido el agotamiento integral que sufrió el autor y que afectó de manera radical a su obra. Este es el ejemplo.

A pesar del párrafo anterior recomiendo este tomo integral de Kajika, sin el cual la «biblioteca Toriyama» quedaría incompleta, y con el que disfrutamos en muchos momentos gracias al oficio de su creador, que maneja ritmo y acción como solo él sabe. Tampoco hay que desdeñar el hecho de tener unos personajes ajenos al universo Dragon Ball, algo que se agradece, desde luego.

Es posible que uno de los problemas en la historia de Kajika sea que se nos presenta un objetivo concreto original(la redención del personaje) y unos personajes nuevos, todo muy atractivo… pero que pronto cae en el «patrón Toriyama», recurriendo a las maniobras y giros habituales. La promesa de algo nuevo, que no tarda en tomar un saborcillo a reciclado sin tener ninguna necesidad de ello. Pese a todo…

La historia contenida en este tomo es entretenida y divertida, bien ejecutada y recomendable… Pero si el lector en cuestión conoce los trabajos anteriores del autor, notará una notable bajada en la calidad habitual. Por eso Kajika se convierte en un producto menor dentro de la obra global de Toriyama, aunque sigue manteniendo suficiente nivel para poder ser leído con agrado y para maravillar a lectores primerizos y jóvenes menos habituados a su fórmula.

Porque sí… aquí seguimos encontrando héroes ingenuos, codiciosos villanos, dragones, chicas demasiado listillas, traidores tontorrones, magia, peleas, guerreros… y mucho humor. Marca de la casa.