Crítica: «Convergencia 1(de 2)», guerras civiles multiversales.

Coincidiendo con el cambio de ciudad de sus oficinas, DC se embarcó en la publicación de uno de esos mega-eventos tan presentes en el mundo superheróico… uno de esos eventos que salpica a todos sus personajes y obliga a cambiar el continuo narrativo de las colecciones para acomodar dicho evento en ellas. En esta ocasión se trata de Convergencia.

Convergencia viene directamente de una maxiserie, Future’s End, por lo que adentrarse en ella puede ser un tanto desconcertante si no se conoce dicha maxiserie. Este puede ser el mayor error de Convergencia, no avisar de que aquí no comienza nada… sino que continúa. Ni siquiera el resumen telegráfico que incluye ECC es capaz de ponernos en aviso, porque el comienzo de Convergencia es directo y sin preámbulos. El número 0 es un enfrentamiento incomprensible entre Brainiac/Telos y Superman, en el que intentan dejar claro que todos los Universos DC van a «converger» en este evento… pero casi no sabemos lo que pasa en ningún momento.

ECC ha optado por publicar la serie original recogida en dos tomos, reduciendo el tiempo de salida considerablemente y evitando así que nos despistemos todavía más. Algo que se agradece pese a que el precio por tomo puede resultar un inconveniente. Volviendo al tomo inicial que nos ocupa hoy, recoge los números 0 a 4 de Convergencia y en ellos compartimos una trama central, desarrollada casi por entero en el planeta viviente donde Telos, el mismo planeta, mantiene las ciudades de Metrópolis reunidas (y reducidas) extraídas de distintos universos por su amo Brainiac. Por alguna razón Telos ha decidido que sólo una de esas Metrópolis puede seguir existiendo y el método de selección no va a ser otro que enfrentar las ciudades entre sí, como si de una guerra civil interdimensional se tratase. Si alguna de esas ciudades se negase a combatir, a participar en el juego… será destruida por el mismo Dios Loco, el propio Telos.

Los protagonistas de esta Convergencia son los héroes supervivientes de Tierra 2… porque si, Tierra 2 ha sido destruida y por ello no puede participar en esta sádica competición. Estos héroes aparecen en el planeta de Telos y se enfrentan a él… Batman/Thomas Wayne, Flash, Superman, Yolanda Gómez, Green Lantern y un Dick Grayson fuera de lugar. Recordad, todos ellos versiones de Tierra 2, muy alejados de los clásicos. Estos son los protagonistas de momento… realmente insuficientes y de menor carisma, resulta extraño verlos protagonizar el que aseguran es un evento de máxima trascendencia. La aparición de un olvidado Warlord consigue, en las postrimerías del tomo, levantar y animar la esperanza de los lectores más veteranos que recordamos a este personaje de los cómics Bruguera. 

La decisión de DC de trasladar a las colecciones regulares los combates más interesantes, los cruces con Crisis en Tierras Infinitas, el DC clásico, el DC pre-FlashPoint, etc. le resta fuerza a esta serie troncal y casi obliga a la compra de esos otros tomos para saber lo que pasa en cada una de esas líneas temporales y universos. Solo cuando acabe Convergencia sabremos cuánto cambiará el Universo DC, o si una vez más esto es un giro de 360º… o sea, que volvemos al punto de inicio. Eso lo valoraremos el mes que viene, cuando concluya la serie en su segundo tomo.

Dan Jurgens, Jeff King y Scott Lobdell firman un guión en el que poco pueden aportar... es una historia preestablecida por la compañía y poco margen de creatividad les queda. De todas formas esto no es eximente y hay que reconocer unos diálogos forzados y poco inspirados, siempre a remolque de la historia y que aportan poco a la creación, desarrollo o versatilidad de cada personaje. El villano tampoco representa una amenaza lo suficientemente trascendente, aunque esto parece que se soluciona al final del tomo. Ethan Van Sciver, Carlo Pagulayan y Stephen Segovia se encargan del dibujo y cumplen con soltura, pero sin sorpresas. Vistoso y con fuerza no se sale de la tónica habitual del DC de los últimos tiempos… lo que también significa que es un dibujo estándar y sin riesgos. Gustará a los fans del nuevo Universo DC y de los superhéroes en general, pero no sorprenderá a nadie. Tampoco ayuda el escenario en el que se desarrolla esta serie, un planeta desértico y semi montañoso, anodino y marrón.

Le pido a los Nuevos Dioses que cambie de tercio, que acelere, que el evento estalle y transforme todo lo que toque y sea la Convergencia definitiva en la que confluyen los Multiversos DC para crear algo nuevo con esos viejos personajes que tantísima diversión y emoción nos han dado a lo largo de los años.

Brainiac, Dick Grayson y Warlord se pueden encargar de ello. Aunque si este último es uno de los personajes relanzados tras el evento… todo habrá valido la pena.