Crítica: Zero nº 2, En el Centro de Todo. Ales Kot y varios autores.
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
"Podéis olvidaros de marcharos los tres. Uno se irá contigo. El otro se queda en el bosque. Tú eliges"
Interesante obra de super espías y conspiraciones cuyo capítulo 9 es sublime
Tras la tensión dramática acumulada en el primer volumen con ese final tan sorprendente, repescamos a Edward Zero en plena vorágine conspiranoica. Como ya pasaba en el anterior volumen, se vuelven a recopilar cinco números USA, lógicamente los que van del nº 6 al nº 10 y el formato es idéntico, comics que forman parte de un todo complejo pero que se pueden disfrutar de forma independiente con un punto autoconclusivo, reforzada la idea en el apartado del dibujo habida cuenta que cada número está encargado a un profesional distinto. Es curioso, de los diez números publicados hasta la fecha en nuestro país, no ha repetido ningún dibujante, diez han sido los elegidos. Más adelante nos detendremos en este apartado. Como sucedió en la anterior ocasión, se repite el esquema, cada comic tiene su interés particular, en unos habrá acción desatada, en otros intenso suspense alcanzando gran tensión dramática a través de afilados diálogos y no a través de súbitos balazos y algunos con un fondo sobrecogedor y dramático. Los escenarios se repartirán de nuevo a lo largo del planeta, desde México a Bosnia, desde Islandia al Reino Unido, y los complementos que también sirvieron como apoyo a la causa siguen inteligentemente insertados. Pero todo suma para ir poco a poco avanzando en la vida del agente Zero, formándonos los mismos interrogantes del personaje sin saber que esconde su creador, Don Ales Kot, en su cabecita.
Si en los números previos conocimos exactamente para que la Agencia quiere en sus filas al protagonista, su infancia, sus adversarios directos, los planes en la sombra, la intrahistoria de un agente veterano al que hay que neutralizar, para que Zero tome decisiones, madure las situaciones y sepa quién es y su lugar en el mundo, en esta segunda experiencia vemos que por fin ha dado el golpe en la mesa que tanto se le resistía, quizá un poco pronto habida cuenta como se suelen estructurar las obras de este tipo, con muchas respuestas pero con el doble de preguntas, pero ya a partir de este volumen comprobamos que asume la responsabilidad de sus propias decisiones y que es otra pieza en la jugada maestra y no un simple masilla.
Y ello sin menospreciar las claves de las obras de super espías y conspiraciones ya sean de cualquier ámbito, cine, cómic o literatura, como ocurren en los ejemplos que ya cité en la crítica del primer número. Además nos reencontramos con conceptos que se colocaron previamente en el anterior arco y que se quedaron fuera adrede para otra ocasión (como es esta) para seguir sumando teorías a las ya concebidas y seguir conociendo matices de personajes que de forma relevante o circunstancial se nos fueron presentando. En este punto ya hay un par al que se sigue con la misma atención que al principal. Del mismo modo conoceremos la identidad de un personaje que a priori promete mucho como es ese terrorista snob conocido como Ginsberg Nova que tiene una pintaza tremenda vista su presentación y paulatino desarrollo que si el lector está atento sabrá de quien se trata en lo que respecta a la vida privada de Edward. Y aunque las apariciones del principal, como ocurre en el anterior tomo, son mayoritarias (no hay que olvidar que todos los números se cuentan desde su punto de vista) las pinceladas a sus dos superiores se transforman en brochazos porque averiguamos un montón de sus planes y motivaciones. Eso sí, un hecho distinto acontece aquí respecto a lo ya leído con anterioridad: de los diez números publicados, aparece el único no protagonizado por el personaje principal sino por uno de los ilustres secundarios que se ha convertido ya en uno de mis favoritos (el cómic digo), si no el primero. En concreto, es el nº 9.
Aprovechemos este último comentario para adentrarnos en los nuevos episodios. En “Coleccionista de caballos” (nº 6) veremos un nuevo enfrentamiento entre Zero y Nova bajo la mirada de Vanesa R. del Rey, artista vista sobre todo en Boom! y que está haciendo cositas en Marvel con las Secret Wars. De trazo sucio es ideal para sacar a relucir las miserias internas de los personajes grises que adornan la serie, con buena técnica para desarrollar con cierto lucimiento escenas dinámicas de combates desde varios ángulos. En este capítulo en concreto hay que destacar el color de Jordie Bellaire, espectacular reflejando perfectamente lo que cada página quiere significar, provocando una inmersión absoluta en la historia.
El nº 7 aparece con el nombre de “Kali Yuga”, nombre referido a una filosofía de vida que menciona uno de los personajes, historia con claro sabor noir donde las conversaciones son el eje central, a diferencia del anterior que era la acción en estado puro, donde por cierto se presenta un giro inesperado, quizá el más significativo hasta la fecha. El dibujante es Matt Taylor que es un espectacular ilustrador de carteles, muchas cinematográficos, que son auténticas obras de arte, sin perjuicio de sus incursiones en el comic como es este o la obra Wolf que dibuja también para Kot en Image.
“La vergüenza como factor incitador de la violencia” es el título elegido para la historia presentada en el nº 8, donde la acción, el suspense vuelve a ser el gran denominador que sirve como segunda parte al anterior episodio. El uno sin el otro no podrían sostenerse. El dibujante Jorge Coelho es la principal estrella ya que se trata de un comic casi mudo, pero de estilo narrativo tan claro y contundente que los personajes se mueven como si estuvieras viendo una escena audiovisual en la típica incursión en zona hostil pegando tiros y dando piruetas. Sólo le falta banda sonora para alcanzar la tensión de la escena. Eso que en el cine tanto se consigue.
Es el nº 9, “Marina” donde este que escribe se ha sobrecogido. Quizá uno de los mejores números autoconclusivos que he leído este año (en mi opinión claro). Una historia cruda, romántica, dramática, contemporánea, muy realista. Un auténtico puñetazo en el estómago que obliga a la reflexión y nos recuerda hasta donde puede llevar la mezquindad del ser humano en entornos abandonados a su suerte. No lo protagoniza Zero (o sí??) sino ese interesante secundario que es Roman Zizek (superior del primero) en pleno conflicto balcánico. De una carga dramática sobrecogedora, con un pulso narrativo espectacular que te imanta a las páginas, introduciendo flasbacks de una manera inteligentísima y con un uso de luces y sombras sencillamente portentoso, los autores dejan a las claras que esta obra merece ser leída. En este caso el dibujante es Tonci Zonjic (Where is Jack Ellis, de Image), y se sale. Con que habilidad quiebra por dentro a un peso pesado como Zizek y como expresa en imágenes su dolor.
La historia del nº10, “Quien te dijo que esta habitación existe”, recupera ideas lanzadas desde el nº 1, para no olvidarnos el punto de arranque de la obra, pero en su conjunto es la típica resaca a tanta emoción experimentada. Un punto y seguido en los acontecimientos y vida de Edward en espera del siguiente nivel en su tránsito vital en la gran espiral conspiranoica que le envuelve. Un viejo conocido como Michael Gaydos (Alias, de Marvel) será el encargado de enseñarnos el nuevo estatutos de Zero.
Contemplando los cinco episodios como un todo, quizá no lo he encontrado el nivel tan notable del anterior volumen (a pesar de ese nº 9) pero la sensación de que estamos ante un muy buen cómic del género de super espías con conspiraciones es patente. Por ahora compruebo que Ales Kot tiene claro el esquema y que las ideas lanzadas están bien hiladas y encajan, esperemos que esta constante se desarrolle hasta el final, si bien después de leer sus Vengadores Secretos estoy convencido que así será.
Zero nº2, En el Centro de Todo. ECC Ediciones. 160 páginas. Color. Rústica. Fecha de edición: Junio 2015.