Crítica: «Grandes Autores de la Liga de la Justicia. Grant Morrison vol.1»
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Imprescindible
Comienzo de una grandísima etapa de la JLA algo desmerecida por el dibujo.
Completando las mejores etapas de los personajes clásicos DC, la editorial ECC se embarca en la publicación completa de la etapa de Grant Morrison al frente del grupo más importante de su Universo: La Liga de la Justicia. Un primer tomo que comprende los números 1 al 9 de la edición original publicada a finales de los ’90, además de tres historias cortas aparecidas en JLA: Secret Files #1, guionizadas por Mark Millar, pero que sirven para introducirnos en esta particular etapa del grupo.
Y digo particular porque la JLA y sus miembros, todos, incluso los más importantes, no quedaron ajenos a esa vorágine de locura y cambio que supuso para el mundo de los superhéroes la década de los ’90. Algunos habían muerto y resucitado, otros eran sustituidos por sus versiones más jóvenes, otros estaban mutilados y cambiados… y en una era en la que primaba lo gráfico frente a lo narrativo, surgió esta JLA que, en manos del autor británico, no solo superó esos radicales cambios en los personajes, sino que supo darles la vuelta e impregnarles de mayor y renovada fuerza.
El ejemplo más claro es el de Superman, al que vemos en las primeras historias con un look noventero, melenudo, casi como un rockero… para luego pasar a verlo completamente de azul y con poderes eléctricos. Puede despistar al lector que no conozca el pasado del personaje, pero la habilidad de Morrison para rehacer a un nuevo y ultrapoderoso Superman es absolutamente imaginativa y excelente. Otro ejemplo es Flash, con un Wally West que recién ha descubierto el verdadero potencial de sus poderes… o Aquaman, más uraño y cejudo que nunca tras perder una mano (y algo más) en esa mítica etapa a cargo de Peter David. Hay más ejemplos, pero es solo una muestra para entender el potencial nuevo e inexplorado con el que se topaba Morrison. Un viejo grupo renovado pieza a pieza… y eso en manos de un genio retorcido dio lugar a una de las más grandes etapas del grupo.
Para empezar, esta JLA se enfrenta a una invasión de origen extraterrestre camuflada en forma de nuevo super-grupo. A lo largo de los cuatro primeros números seguimos el desarrollo de esta interesante historia que contiene algún que otro giro inesperado (no os perdáis la ejecución de algunos villanos entre los que se puede reconocer a Lobezno y al Dr. Muerte. Guiño cruel de Morrison!). Aunque pienso que donde luce de verdad el genio del autor es en esas historias autoconclusivas en las que Morrison se permite presentarnos personajes de personalidad y fuerza demoledora… solo para quitárselos de encima, huyendo de cualquier posible desarrollo del personaje en el Universo DC, por muy prometedor que este fuera. No estamos ante uno de esos Else Worlds, donde pueden hacer cualquier tropelía con los personajes principales. En la continuidad del Universo DC los autores tienen los límites bien marcados, pero Morrison posee recursos suficientes y si no puede castigar a los protagonistas, se encarga él de crear otros, para castigarlos y utilizarlos a su antojo.
Se nota también el fan de Batman escondido en Morrison. Es el Hombre Murciélago quien sale mejor tratado, el más inteligente de todos, el que suele sacar las castañas del fuego, el de los mil recursos… actuando con él como con ese alumno mimado al que el profe siempre favorece. Aun así, todos tienen algún momento especial, incluso Superman recobra protagonismo al cambiar a su azulado aspecto, notándose en Morrison el ansia por explorar un personaje nuevo casi moldeándolo en sus manos.
En una época en la que los cómics de super-héroes carecían casi de argumentos interesantes, se destapa la JLA de Grant Morrison como una excepción que marcaría un camino. Desgraciadamente el dibujo sí adolece de los tics de la época y tenemos a Howard Porter intentando destrozar los guiones de Morrison. Anatomías imposibles, extraños y forzados encuadres, composiciones de página caóticas… conforman un dibujo algo deficiente y pasado de época. Quizá en los ’90 fuera aceptable, pero su caducidad también fue inmediata. Es un completo bálsamo la llegada a la serie de Oscar Jiménez, suavizando el dibujo y dándole dinamismo a las figuras y una sensación de que por fin un artista profesional se hace cargo de la serie.
Pero no os desalentéis por mi crítica feroz al apartado gráfico. La originalidad de las historias y la habilidad para encajar a estos viejos/renovados personajes a manos de Morrison es suficiente motivo para seguir de cerca la que fue una de las mejores etapas del grupo dentro del Universo DC oficial. Superman, Batman, Wonder Woman, Green Lantern, Flash, Aquaman, Detective Marciano, Flecha Verde… Todos siguen las órdenes de ese dios loco que es Grant Morrison. Todo puede pasar.