Crítica: «Jaco, the Galactic Patrolman», del genio Toriyama.

No voy a ir con rodeos: este manga me ha encantado… Seamos claros desde el principio: Akira Toriyama es un genio del cómic (manga) al que el paso del tiempo no parece pasarle factura, más bien al contrario, sigue mostrándose tan fresco y divertido como en sus clásicas creaciones. Este tomo, publicado por Planeta Cómic (disponible en español y catalán) que recoge las aventuras de Jaco publicadas en la revista Weekly Shonen Jump en 2013, es una buena muestra de ello. Divertidísimas historias de nuevos personajes realizadas con la maestría propia de un genio que lleva implicado con el género desde hace 30 años.

Jaco, el patrullero espacial, es miembro de un cuerpo policial intergaláctico dedicado con ahínco a vigilar y proteger la galaxia. Sus superiores han vaticinado la llegada al planeta Tierra de un ser temible, un miembro de la belicosa raza de los saiyan, que puede acabar con todos los habitantes. En su aproximación a nuestro planeta, Jaco… que no es precisamente hábil con los mandos de su nave, sufre un accidente y es recogido por el científico Ômori, que vive solitario en una apartada isla. La relación entre ambos será hilarante debido a sus antagonistas personalidades y caracteres. Pero ambos albergan honestas intenciones y la amistad entre ambos no tardará en surgir. Lo que sí supone todo un acontecimiento es el contacto que Jaco entabla con la civilización, cuando visitan la ciudad capital… y a partir de ahí la historia no deja de sorprender, de entretener y de hacernos reir.

Toriyama se muestra en uno de sus mejores momentos ofreciéndonos unos personajes entrañables, originales y absurdos, marca de la casa. Desde el genial Jaco, atolondrado y protector, presumido e ingenuo hasta la sorprendente Tights, que parece esconder siempre otro nuevo secreto a cada capítulo. Con todos ellos viviremos unas hilarantes aventuras que, sin estar exentas de toda la fantasía propia del genio de Toriyama, guardan siempre ese sabor y ese gusto por lo cotidiano, que les hace sentir tan cercanos (a quien sino al autor se le puede ocurrir llevar a un extraterrestre a comprar leche y queso a la tienda «del barrio»?)

Pero no olvidemos que este manga forma parte del universo de Bola de Dragón, lo que le da un plus a esos guiños y apariciones que Toriyama se permite regalarnos. Cronológicamente, todo sucede antes de todo lo visto en la famosa serie de Dragon Ball, pues ese saiyan que decíamos al principio que llegaba a la Tierra, no es otro que Son Goku, Kakarot… Acontecimiento este que también veremos aquí, para los más despistados. Jaco y sus aventuras están perfectamente ensambladas en el universo Dragon Ball, no estorban ni aparecen forzadas… al contrario, todo sucede con lógica y naturalidad, como si Toriyama lo hubiese tenido todo previamente pensado. Es, pues, una precuela meticulosamente ajustada que casa de maravilla con la historia conocida.

En el aspecto artístico tenemos unos dibujos limpios y obsesivos, con un esmero delirante por el detalle en los fondos y objetos, suaves y dinámicos en los personajes… y al mismo tiempo no olvida ese punto caricaturesco tan propio del autor. Una verdadera maravilla en todos los aspectos.

Jaco, the Galactic Patrolman, recoge las aventuras completas de este personaje y trae un fantástico extra: una historia corta en la que se nos narra los últimos momentos de Kakarot en su planeta y como sus padres lo envían a la Tierra, como si de un Superman cualquiera se tratase. Episodio en el que se narra y resume gran parte de la historia de Dragon Ball.

Ningún seguidor de Dragon Ball se lo puede perder… aunque esa recomendación se debe extender a todo fan de Toriyama e, incluso, a los que gusten del cómic de humor y aventuras. Desde los buenos tiempos de Dr. Slump no me lo había pasado así de bien.

Nota final: Jaco también aparece en la película Dragon Ball: la Resurrección de F y estamos seguros que pronto se dejará caer más veces…