Reseña: «Heridas abiertas» de Gillian Flynn
Resumen de la Crítica
Valoración
Recomendable
Una novela con suspense y crítica social a partes iguales.
Perdida fue la primera novela de Gillian Flynn que se presentó en nuestro país, causando sensación entre los lectores y viendo la luz en la gran pantalla posteriormente. Así conocimos a una autora capaz de crear historias llenas de tensión, desde la primera hasta la última página, atrapando con un estilo diferente y atractivo.
En esta ocasión hemos tenido el gusto de poder leer la primera novela de la autora, publicada con posterioridad a Perdida en España y demostrando en sus páginas esa fórmula que la ha catapultado al éxito, dentro del género de thriller psicológico.
La historia nos presenta a Camille Preaker, una mujer que trabaja como periodista, siendo enviada por su jefe a su pueblo natal para investigar sobre una serie de asesinatos que allí se están produciendo, asesinatos de niñas, las cuales aparecen estranguladas y con todos los dientes extirpados, sin rastro de los mismos.
Pronto descubriremos que la protagonista no asimila bien el hecho de tener que volver al pueblo que la vio nacer, ya que los recuerdos de la muerte de su hermana en extrañas circunstancias y el hecho de tener una madre que siempre la ha tratado de forma muy fría despertarán en ella sentimientos contrapuestos.
Poco a poco se nos irán desvelando rasgos de Camille, empezando por su reciente salida de un hospital psiquiátrico, por causas que no voy a revelar con el fin de que os sorprendáis con cada dato. Veremos la influencia que en su infancia ha ejercido su madre y los recuerdos de su vida en Wind Gap, mientras se nos van retratando y criticando aspectos de la América profunda.
En su camino por recopilar información sobre las muertes acaecidas en el pueblo que la vio nacer, Camille conocerá a Richard, un inspector enviado desde Kansas City para ayudar en la investigación. Con él, Camille mantendrá una relación, intentando al mismo tiempo conseguir información para su periódico.
Gillian Flynn demuestra en las páginas de su novela su buen hacer narrativo, consiguiendo enganchar al lector desde las primeras páginas, para sorprenderlo con numerosos giros argumentales, al igual que pasó con Perdida. Sus historias retratan la cruda realidad de algunos lugares de América, donde las apariencias pueden resultar lo más importante de cara a la galería para algunas personas, cuando en el fondo, viven ancladas al fracaso y la depresión, forzando una infeliz felicidad que les atormenta.
El retrato de cada uno de los personajes nos hará vivir sentimientos contrapuestos, pues no se salva de la imperfección ni la protagonista, lo cual dejará en nosotros un sabor agridulce, al ser vapuleados por una historia llena de misterio, de personajes muy bien trabajados y de un conjunto que no deja a nadie indiferente.
Así, conoceremos a Adora, la madre de Camille, una persona extraña, casada con un hombre florero, el cual pasará inadvertido a lo largo de la historia, manipulado en cierto modo por una mujer controladora, centrada en su hija Amma, hermanastra de Camille, una adolescente tan bella como repelente y aterradora por momentos, la típica niña dulce que no dudará en hacer la vida imposible a todo aquel que se interponga ante sus caprichos.
El elenco se completará con habitantes de Wind Gap, a cada cual más dispar, haciéndonos desear dejar de lado un pueblo tan cerrado, con apariencias de vidas felices como telón de frustraciones ocultas.
La verdad es que la novela se disfruta página a página, con algunos momentos que pierden un poco de fuelle al centrarse en la crítica social, pero consiguiendo retratar un escenario frío, duro, donde la gente joven desea escapar de un pueblo en el cual se siente atrapada, sin más esperanzas que las que la tradición de una vida sin metas ofrece.
Si os gustó Perdida, disfrutaréis del buen hacer de Gillian Flynn. Si no habéis leído nada de esta autora, no dudéis en lanzaros a por este libro, seguro que os sorprende para bien.