Crítica: “Black Mirror, White Christmas”: Navidades futuras
Después de casi dos años sin tener nuevas entregas de la arriesgada propuesta de la británica Channel 4, “Black Mirror”, estas navidades ha vuelto con un especial de los que son tan proclives los ingleses.
En esta ocasión, parece que estamos ante algo creado para que no se nos haga tan larga la espera entre la segunda y la tercera temporada, la cual fue confirmada por su creador, Charlie Brooker, pero, al ser todos sus capítulos autoconclusivos con distintos personajes y realidades futuras, no es relevante su ubicación en la saga. La duración es algo más larga de la habitual, si bien se encuentra dividida en microhistorias lo que hace que de algunas nos den ganas de profundizar algo más.
Los capítulos de Black Mirror suelen dividirse entre los geniales y los que partiendo de una idea interesante y novedosa se quedan en un desarrollo menos redondo ante la idea inicial, que sin llegar a ser malos, sí que se pueden resultar en algunos tramos aburridos o mal desarrollados.
En esta ocasión, nos encontramos ante un capítulo más cerca del segundo tipo que del primero. La historia es entretenida, interesante, si bien le resta puntos la poca carga emocional conseguida en las dos primeras historias y la predictibilidad del desenlace de la tercera. Quizás se sea muy exigente con esta serie, pero partiendo de temas que pueden ser tan brillantes, apena que a veces no logre serlo y se queda con un meritorio correcto.
El tratamiento de los nuevos avances que propone el futuro presentado sigue siendo de lo mejor, donde se muestran avances que resultan realistas, pero que a la vez puede llevar a situaciones límites, no esperables en un primer momento. El desarrollo de la tecnología sigue mostrándose como el terrible enemigo a enfrentarse.
La historia se divide en tres historias principales con un hilo que las conecta en el desarrollo final, mediante la figura de Matt interpretada por Jon Hamm (“Mad Men”). Rafe Spall (“Prometheus”) es el segundo en importancia y su interpretación de Joe es la más destacable. Junto a ellos, dos actrices relacionadas con España y con una de las series del momento (“Juego de tronos”), como son Oona Chaplin y Natalia Tena, cuyas actuaciones quedan bastante en segundo plano, sobre todo la de quien da vida a Osha y que pronto podremos ver en la serie de La Sexta de “Refugiados”.
El papel que cumple la Navidad no adquiere una importancia decisiva, si bien está bien integrado en la historia. Eso sí, no llegaría a descolocar en ninguna otra época del año.
En resumen, una buena historia, a la que se le vislumbraba un poco más de potencial, sobre todo en el plano de implicación emocional del espectador, pero que deja con un buen sabor de boca.
Mientras esperamos a la nueva temporada, sólo un consejo que siempre nos deja la serie, ¡cuidado con las nuevas tecnologías que las carga el diablo! (¿o acaso el doble check del whatsapp no daría para una historia de estas hace treinta años?).
Resumen de la Crítica
Valoración
Interesante
Inteligente historia, correctamente desarrollada