Crítica: HANZO, El camino del asesino nº 1. De Koike y Kojima
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Aprendiendo divirtiéndonos
Seremos testigos privilegiados de un hecho crucial en la historia feudal japonesa
Siguiendo la senda establecida El hombre sediento, ECC ediciones publica al mismo tiempo otra obra inscrita en su universo nacional feudal, en este caso nos estamos refiriendo a Hanzo, El camino del asesino.
Si bien el entorno geográfico es el mismo que en las historias circunscritas a la saga Edo, aquí viajaremos más hacia atrás en el tiempo para situarnos a mediados del siglo XVI, en plena adolescencia de Ieyasu Tokugawa. Quien leyera nuestra crítica reciente sobre la arriba citada le sonara el apellido. Y quien leyera Asa y/o El lobo solitario, también. Pero no nos encontramos con otra historia enmarcada en plena era Tokugawa, sino ante una historia coprotagonizada por el que fuera su instaurador. Efectivamente, ahora estamos ante un auténtico período político-histórico japonés, que no es otro que la génesis de un dominio que duraría casi 270 años.
Esto podría quedar en nada si el protagonista fuera ajeno a las intrigas políticas, donde su desarrollo coincidiera cronológicamente en ese periodo pero desmarcándose de cualquier referencia política más allá que su nombre. Pero no, a diferencia del resto de obras de este corte, el protagonista no es un catador, un ejecutor o un pobre diablo buscando venganza con su hijo a cuestas, sino un futuro shogun, enriqueciendo por tanto todavía mas otro ángulo de visión de la época por parte de los autores. Y ahí es donde radica la importancia de la pieza dentro de esta gran construcción que estos se encuentran levantando de su particular historia nacional. Y desde el punto de vista divulgativo que seamos testigos privilegiados del ascenso de un shogun no se encuentra ni en el mejor de los manuales, ni ensayos teóricos ni relatos novelados, ya que gracias a la narrativa gráfica apelar a tu imaginación es innecesaria, ya que la doble K lo hace por ti, y como la ambientación que estos hacen de la época es única, superan las anteriores posibilidades.
En mi caso, si no es por este tipo de compendios, ni loco me empollo la historia del primer shogunato Tokugawa. Ni de coña. Por mucho que me guste la historia en general y la japonesa en particular, el que me acerque a conocer mas exhaustivamente estos momentos históricos serán gracias a nuestro arte favorito, sin olvidar el otro con Kurosawa y Ozu of course. Pero que duda cabe que con la lectura de las obras de ambos dos (incluyendo su Lady Snowblood, aún sin Koyima) uno acaba medio puesto en la materia. Y aún así estoy seguro que más de uno se habrá descojonado por dentro viendo a un tipo trajeado leyendo en el metro algo parecido a un tebeo de esos que leía de pequeño, pero oye que gruesos son ahora. Estaba en una clase de historia macho, pero tu te lo pierdes. Conocer en imágenes como era la cultura suppa o ninja, los usos y costumbres de los clanes feudales, la jerarquía política de la época, el día a día de su población, etc, etc en un puñado de páginas es de total agradecimiento. Y ello a través de una historia potente, con una construcción de personajes sublime, con grandes dosis de acción y drama. Todo esto se encuentra en Hanzo.
Lo novedoso esta vez es que un personaje histórico será el hilo conductor de la trama. Ieyasu. Pero si el nombre de la obra es el de otro, ¿cómo es que lo nombro repetidamente?, sencillamente porque todo cuanto acontece en este primer volumen de la colección es motivado por sus circunstancias pero apoyado por las decisiones y consejos de su hombre en la sombra, Hanzo. Este será el jovencísimo suppa puesto al servicio del futuro Shogun para su consejo y protección. En este momento estamos lejos del ascenso de Ieyasu, pero en un momento crucial de su vida, que no es otro en aquellos tiempos que era invitado (o rehén, mejor dicho, en plan Theon Greyjoy de Juego de Trono ) del clan Imagawa bajo el dominio del daimyo Yoshimoto Imagawa. Y ese será el punto de arranque de este primer volumen, la formación de esta dupla que será crucial en el crecimiento como persona del fututo Tokugawa. Leída hasta ahora la historia, que duda cabe que será la presencia de Hanzo el que provoque el despertar de Ieyasu, pero queda mucho recorrido todavía.
Esto no significa que estemos ante un relato intimista y con mucha intriga y conversación. Que no se alarme el personal que las escenas de acción están al orden del día, pero es que además nos encontramos con decisiones políticas y militares que ocurrieron históricamente. Y es que estaremos dentro de la casa de un daimyo como espectadores privilegiados de lo que allí se cuece.
Pero sobre todo, lo que mas recalco es que estamos en presencia del recorrido vital de un individuo en un momento crucial de su vida que no es otra que la amistad que desarrolla con su sirviente, retroalimentándose ambos por tanto. Se sirven uno del otro pero con un claro espíritu de camaradería, pero eso sí, no es gratis sino que estará construida de una manera muy verosímil. Digamos que la primera impresión de Hanzo de su señor no es muy positiva que digamos.
En conclusión, una soberbia historia de crecimiento personal combinados con estupendos pasajes de acción, intriga y suspense, y esto no ha hecho más que empezar.