Crítica: «El Fin del Mañana. 1», regreso a los futuros pasados.

Lo primero que se viene a la mente del lector cuando comienza a sumergirse en este primer tomo es la sensación de haber leído esto antes. Un dejà vu en bucle. Aun reciente el estreno de la película Días del Futuro Pasado, es esta la primera referencia en la que pensamos. Pero también nos acordamos del evento Marvel La Era de Ultrón y, como no podía ser de otra forma, de la génesis de todas estas historias: Terminator.

Porque eso es lo que tenemos en esta colección: Un primer vistazo al futuro, devastado por máquinas inteligentes y un grupo de supervivientes que optan por viajar en el tiempo, al pasado, para impedir que todo se desencadene. Suena, ¿verdad? Sin embargo, no os dejéis engañar… El Fin del Mañana tiene suficientes elementos innovadores como para marcar diferencia. Vamos a comentarlos.

Comenzamos 35 años en el futuro… algo llamado Hermano Ojo (clara alusión orwelliana) se ha apoderado de la población humana y, sobre todo, de la superheróica, contagiándolos con un extraño virus tecnológico que se apodera de sus mentes y transforma horriblemente sus cuerpos. Pocos superhéroes resisten y todos sus intentos por acabar con hermano ojo son vanos, así que Batman (como no) tiene un último movimiento guardado… trasladarse al pasado, justo antes de la creación de Hermano Ojo, para evitar que se produzca. Pero las cosas no salen como estan planeadas… y no contamos más para no desvelar demasiado.

A partir de aquí la acción transcurre en el presente (más o menos), y somos testigos del origen de aquel futuro distópico con que se abría la serie. Ahora el protagonismo lo acaparan diversos personajes que jugarán un papel fundamental a lo largo de la serie, como Grifter, Frankenstein, Firestorm, etc. Y de entre todos ellos uno que destaca: Batman del futuro. Terry McGinnis nació en la serie de TV animada Batman Beyond y es recuperado para la ocasión con gran acierto y sorpresa. Pero el prometedor arranque se diluye un tanto al repartir los personajes sobre el tablero, si bien se trata de una serie larga y es normal que se tomen su tiempo preparando el terreno para lo que está por venir.

Este primer tomo, que recopila los cuatro primeros números de la serie, sirve para presentar a estos futuros elementos clave y para despertar las primeras incógnitas sobre el verdadero origen de la amenaza que será Hermano Ojo. Como punto de arranque tiene fuerza y consigue enganchar, pese a que juega en su contra esa enfermiza obsesión por los viajes en el tiempo que nos inundan en cine, cómic, series, etc. Los encargados de realizar el triple tirabuzón y escapar (como se pueda) de tan trillado argumento, son Brian Azzarello, Jeff Lemire, Dan Jurgens y Keith Giffen. En el apartado gráfico tenemos a Ethan Van Sciver, Patrick Zircher, Jesús merino, Dan Jurgens y Aaron Lopresto. Todos cumplen de forma correcta, efectista, sin grandes maravillas. Lo más destacable puede ser el tono uniforme que mantiene tal cantidad de dibujantes distintos, logrando mantener un aspecto visual continuista.

Pese a sus defectos, es una colección recomendable, repleta de acción y visualmente atractiva. Su mezcla heterodoxa de personajes (con apariciones fugaces, fatales y sorprendentes) es otro buen añadido que nos invita seguirla con atención y comprobar si podrán evitar El Fin Del Mañana.