El Festival Internacional de Cine de Gijón nació en 1963, en forma de Certamen Internacional de Cine y TV Infantil. Con el paso del tiempo ha ido evolucionando hacia el cine alternativo y de autor, aunque siempre ha prestado atención hacia el público joven.
El Festival otorga, varios premios en las diferentes secciones competitivas de su programa contando con un Jurado Internacional (formado por al menos cinco profesionales de diferentes países), un Jurado Joven (formado por entre 10 y 15 jóvenes de entre 17 y 25 años) y, desde 2005 un Jurado FIPRESCI, que elige el premio de la crítica. y El Festival también colabora en otras iniciativas con el objeto de promover la industria cinematográfica en Asturias.
Aparte de la Sección Oficial, el festival cuenta con otras secciones como Rellumes (no elegidas para la sección oficial, pero destacables) Animaficx (dedicado al cine de animación), Docuficx (cine documental), Enfants Terribles (cine infantil y juvenil), Géneros Mutantes (terror y ciencia ficción) o LLendes (películas arriesgadas, visiones al límite).
Durante la celebración del Festival Internacional de Cine de Gijón, aparte de la programación en las diferentes secciones, se organizan cursos, mesas redondas, encuentros con los directores y conciertos diarios, además de fiestas con música en directo.
Nacho Carballo, nacido en Gijón, es el director del Festival Internacional de Cine de Gijón, más conocido como FICXixón. Es notable la pasión que profesa al séptimo arte y muestra un amplio conocimiento de los entresijos del mundo del cine. Su actitud humilde (siempre hace referencia a su equipo ante los éxitos) y su cercanía en el trato hacen que dé la impresión de que le conocemos de toda la vida. Hemos tenido la suerte de entrevistarle previamente a la celebración de esta 52 edición.
¿Qué significa para usted ser el director del FICX?
Como Gijonés, he crecido con él, por lo que cuando me ofrecieron dirigirlo no pude decir que no. He vivido y he disfrutado el FICX desde mi infancia. En el año 1963 ya se exhibían en Gijón películas checoslovacas o polacas y se viajaba a Cannes; Así mismo, fue el único festival de cine en España que ganó el premio Walt Disney en los años sesenta, lo que demuestra que no tiene una importancia reciente. El FICX tiene una gran proyección internacional, y un prestigio indiscutible con una trayectoria de 51 años. Ser director del festival es una de las cosas más importantes que le puede pasar a un amante del cine en su ciudad natal.
¿Cómo ha ido el FICX desde su nombramiento?
La 50 edición estuvo muy bien de público, aunque la 51 batió récords. En más de treinta sesiones se colgó el cartel de “no hay entradas”. Esto no había ocurrido nunca antes en el festival, por lo que estamos muy orgullosos. Además, se ha reconciliado con una parte del público que había dejado de venir, gracias a una filosofía más aperturista del FICX.
¿Cómo valora la sección AnimaFICX?
Creo que es un acierto, ya que la gente está redescubriendo el cine de animación. Está ideada también para que los padres puedan ir con sus hijos al cine, como antes, y disfrutar ambos de la película; además, llevamos dos años teniendo el Premio Ópera Prima Europea (Oh Boy y Cowboy). Eso es lo que el FICX defiende y pretende mostrar al público.
¿Qué es FICXLAB?
Desde hace unos años he creído que el FICX había llegado a su tope. El festival necesitaba dar un paso más, una evolución que se materializa en FIXLAB. Es la otra propuesta narrativa audiovisual que no llega a las salas, más cercana al arte, en el que el creador puede expresarse libremente, sin complejos ni ataduras. Es solamente cámara y talento. En el mundo se están haciendo maravillas a nivel de videoarte, y Gijón necesitaba ponerse a la vanguardia en el cine de este país. Creo que, gracias a FICXLAB, Gijón está más cerca del modelo de Rotterdam o Austin en este momento. FICXLAB va a crecer, y estimularemos su desarrollo a lo largo del año, ya que genera una minoría extremadamente interesante.
¿Se está alejando el FICX de la imagen de “el Sundance español”?
Nos alejamos de Sundance, pero principalmente porque creo que Sundance se ha alejado de su propia imagen. Las grandes majors han visto que el cine independiente puede ser beneficioso en términos económicos, por lo que ahora hay producciones de Hollywood de alto presupuesto que se venden como cine independiente o indie. Blue Ruin, exhibida en la pasada edición, es un buen ejemplo de cine independiente real. El espectador podría llegar a pensar que está ante una película de los inicios de los hermanos Coen. Éste es el tipo de cine que muestra el FICX.
El FICX siempre ha demostrado interés por el cine fantástico, de terror y ciencia ficción. ¿Piensa mantener esta faceta?
Yo me considero un fan incondicional de Géneros Mutantes. El terror y la ciencia ficción tienen (por supuesto) cabida en el FICX, de modo que seguiremos apostando por estos géneros; sin embargo vamos a homogeneizar esta sección, para convertirla en algo más coherente, más fuerte y potente. De este modo, no sólo tendrá continuidad, sino que seguirá muy viva.
Panzer Chocolate ha sido una auténtica novedad. ¿Fue un experimento o una nueva pauta? ¿Apostará el FICX por otros formatos novedosos?
Esta película nos pone en la vanguardia de los festivales. La primera película interactiva y transmedia del mundo ha sido estrenada en el FICX. Es algo muy novedoso e interesante que merece la pena que haya sido descubierta por el público del festival. El FICX siempre va a apostar por nuevos formatos que sorprendan al espectador.
Videojuegos en el FICX ¿un proyecto real?
Me gustaría que se integraran los videojuegos en el festival; llevamos tiempo hablando con responsables de este ámbito para intentar adaptar este mundo al FICX. Una nueva sección como esta acarrearía grandes retos económicos y organizativos, pero la cinemática de los videojuegos es extremadamente interesante, de modo que estamos estudiando la mejor forma de introducirlos.
Este año Hello Friki ha estado allí con el fin de cubrir el evento e intentar «saborear» esta 52 edición. El cambio de rumbo que Carballo está dando al festival con respecto a su antecesor, Jose Luis Cienfuegos, se va haciendo más evidente a cada edición. Como es habitual en estos casos, existen defensores y detractores, aunque es necesario aclarar que la calidad de las películas (lo que realmente importa) no se ha visto mermada en absoluto. El FICXixón52 ha presentado dos secciones nuevas: DocuFICX y Convergencias. Además ha estado presente Terry Gilliam (que ha dado una clase magistral), se ha expuesto el trabajo de la diseñadora de vestuario Yvonne Blake y se han inaugurado los premios GAVA, dedicados al mundo del audiovisual asturiano, entre otras muchas actividades. Vamos, un no parar.
La organización, como de costumbre, ha sido (generalmente) precisa y cómoda para el público. Los trabajadores y voluntarios realizan un encomiable trabajo con el fin de que todo salga bien. Puntualidad en las exhibiciones como norma general y una buena programación de los horarios que hace que se pueda exprimir al máximo el festival. Si hay algo negativo que destacar, es la decisión de vender entradas en muy pocas taquillas y en horario demasiado reducido, lo que forma unas colas impresionantes que acaban con la paciencia de la gente.
Sin embargo, lo más importante, como no puede ser de otro modo, es el cine. El nivel de las películas exhibidas ha sido bueno, pero ha habido durante esta edición un debate constante entre el público. ¿Sigue siendo tan arriesgado el FICX en sus propuestas cinematográficas? ¿Se ha vuelto más comercial en la Sección Oficial? Si entendemos por «comercial» un cine más amable, sencillo y fácil de digerir, podría afirmarse que sí. Sin embargo, el Festival Internacional de Cine de Gijón tiene múltiples secciones secundarias, donde se exploran otros ambientes cinematográficos más radicales, de forma que se busque lo que se busque, es probable que se pueda encontrar en el FICXixón.
Con el fin de ser más concretos y (por qué no decirlo) no aburrir al lector, hemos decidido dividir las películas en cuatro bloques, según nos hayan gustado en mayor o menor medida. Es muy discutible, por supuesto, ya que incluye un tipo de cine poco explorado por el público general; sin embargo, expondremos nuestras razones para incluir cada uno de los títulos en las siguientes categorías:
He aquí las películas que todo festival de cine tiene y que la mayor parte del público rechaza. Buscando la diferencia, lo llamativo o novedoso, se corre el riesgo de cruzar la línea y presentar películas que bien no llaman la atención como se pretende, o bien son completamente irrelevantes.
ROCKS IN MY POCKETS tiene un buen planteamiento (la visión de la enfermedad mental a través de una película de animación) destrozado por una ejecución que resulta aburrida, tediosa e incluso, por momentos, irritante. Hay que decir que hubo un abandono de la sala por gran parte del público. Nosotros nos quedamos hasta el final para descubrir que la situación no mejoraba en absoluto.
AUX YEUX DES VIVANTS tiene un buen comienzo, muy interesante, que se resuelve de una forma muy poco satisfactoria. A mitad de película la película se vuelve predecible y aburrida. Gore francés que no es tal.
THE CUT, dirigida por Fatih Akin, tiene un problema fundamental: le sobra metraje. Mucho metraje. El viaje de un hombre por todo el mundo buscando a su familia le pasa al espectador como si fuera en tiempo real.
FUEGO es la única película española incluida en Sección Oficial del FICXixón. Aunque los actores se esfuerzan por lograr un buen trabajo, un guión muy poco trabajado y una pobre dirección de actores hunden la película. Una pena.
En este bloque se encuentran películas que «están bien». Son entretenidas, pero les falta «un algo», a veces, sin saber muy bien el qué.
PARTY GIRL , ganadora de mejor Ópera Prima y Mejor Reparto en Cannes y presentada a bombo y platillo, no fue sino una decepción. Los actores son magníficos, pero uno sale con la sensación de que está incompleta. El mismo problema tienen JACK y CHEATIN’.
Imaginemos que construimos un castillo de naipes. Complejo, hermoso y delicado. Sin embargo, dejamos que se caiga por su propio peso sin hacer nada para remediarlo. Algo parecido es lo que pasa con TRAP STREET y COLD IN JULY. Merece la pena verlas, por supuesto; pero es probable que dejen cierta sensación amarga, ya que han sentado unas expectativas en los inicios que pueden no verse resueltas de forma completamente satisfactoria.
Entramos en una sección altamente recomendable. Estamos ante propuestas muy llamativas, que merece la pena descubrir.
O MENINO E O MUNDO es una fábula más cercana a las artes plásticas que al cine; HIPPOCRATE presenta una historia tan cruda como real; y TRAITORS es trepidante y logra una inmersión del espectador en la película poco frecuente. Las tres son películas notables, muy diferentes entre sí pero con el denominador común de tener planteamientos originales y unas direcciones creativas.
HOMBRES, MUJERES & NIÑOS es una película indie dirigida por Jason Reitman. Como de costumbre en este director, realiza un gran trabajo, que toca la fibra sensible del espectador. La única pega es que es una de las apuestas menos arriesgadas de esta edición del festival.
HILL OF FREEDOM es obra de Hong San-soo. Eso quiere decir que es cine calmado, tranquilo y trascendente. Con sus habituales herramientas, consigue realizar una obra en la que se pierde la noción del tiempo.
Esta sección incluye las películas que han marcado esta edición. Auténticas obras de arte por las que es prácticamente obligatorio dejarse seducir.
WHAT WE DO IN THE SHADOWS es absolutamente disparatada. Un falso documental que recupera el humor de películas como This Is Spinal Tap (1984) con vampiros que representan a todos los mitos: desde Nosferatu hasta Crepúsculo. Claro está, desde el punto de vista más absurdo posible. Una de las mejores comedias de los últimos tiempos.
MELBOURNE es capaz de construir, con muy pocos elementos, un drama desgarrador que genera una tensión brillantemente mantenida hasta el final. La dirección recuerda en muchos aspectos a Hitchcock, y las actuaciones son asombrosas; pero lo en lo que se sustenta la película es en un guión absolutamente genial.
LIFE FEELS GOOD narra la vida de un niño con parálisis cerebral en Polonia durante los años 80 y 90. Se puede pensar que estamos ante un drama lacrimógeno; sin embargo, es contada con elegancia, esquivando los clichés, y llegando al corazón del espectador; mostrando la absoluta destreza del actor principal, sobre el que recae la película.
NO LAND’S SONG es un documental que cuenta la lucha de un grupo de músicos por tocar en Irán. En este país está prohibida la actuación de mujeres solistas, o que conlleva una gran pérdida cultural. Es imposible no dejarse llevar por este documental, y viajar a donde las cosas no son tan fáciles. Formidable película, recomendable al máximo.
UNDER THE SKIN. El descubrimiento de este festival. Forma de cine independiente, fondo de ciencia ficción. Hipnótica, seductora y no apta para todos los públicos. Una auténtica obra de arte, desde la banda sonora y las actuaciones hasta los efectos especiales… Todo ello hacen que estemos ante una de las mejores películas del FICXixón52 sin ninguna duda. Cómo no, en Género Mutantes.
Hasta aquí el reportaje de la edición del Festival Internacional de Cine de Gijón. Para conocer el palmarés, la programación completa y los homenajes, pincha aquí. Siempre es preciso animar a los lectores a que se acerquen a Asturias el próximo año, para descubrir obras de primera mano que difícilmente podrán disfrutar en otra ocasión. Es fundamental preservar este tipo de eventos, ya que son una herramienta fundamental para explorar más allá de lo convencional. Nosotros ya nos estamos preparando para el año que viene.
