Crítica: «Batman Eterno. 1», 75 años muy bien llevados.

Yo soy de los que piensan que el personaje de Batman está demasiado presente en las novedades editoriales de cada mes. Esto no es cuestión de opinión, pues basta con acercarse a cualquier librería y comprobar como los bat-títulos dominan una gran parte de la estantería. El verde de Green Lantern y el rojo/azul de Superman queda reducido a un pequeño cuadrante, intimidado por los azules de Batman, Batgirl, Batwoman, etc… Sin embargo, no existe otro personaje capaz de aguantar tal cantidad de títulos… y mantener unos niveles tan altos de calidad.

El Batman de los Nuevos 52 es un personaje con fuerza y con carácter. Revitalizado y actualizado sin tocar sus pautas originales, respetando absolutamente su iconografía y su filosofía. Este tremendo mérito tiene dos nombres propios: James Tynion IV y, sobre todo, Scott Snyder. Los guionistas que han sabido aprovechar la nueva etapa del personaje para crear historias oscuras, serias, emocionantes…

Y entonces llegó este Batman Eterno. Pero la llegada de esta nueva serie semanal (semanal en USA, claro. Aquí ECC nos la presenta en tomos mensuales de cuatro números) no ha supuesto un desgaste para el personaje. Muy al contrario, sus guionistas han sabido darle un enfoque distinto a la saga, que se alargará durante 52 episodios (un episodio semanal = un año de publicación) y que tendrá sus consecuencias en el contínuo histórico del Caballero Oscuro. La trama es bien sencilla, pues se trata de impedir que un futuro catastrófico se apodere de Gotham City. En la serie, no solo acompañaremos a Batman, sino que se le da especial protagonismo a personajes secundarios y paralelos habituales de la «fauna» de Gotham. Incluso han ido más allá, y han incorporado a un enemigo de peso, todavía no visto en este nuevo universo DC: Carmine Falcone. Aquel mafioso que debutara en Año Uno y fuera motor de la aclamada El Largo Halloween se muestra como vengador furioso y metódico, manipulando hilos en la sombra para alcanzar sus maldados propósitos. Curioso, que entre tanto perturbado y tipo con superpoderes, sea un «simple» mafioso el que lleve a Gotham a su destrucción. Pero esto lo veremos a lo largo de la serie, estos cuatro primeros números sirven para introducirnos en dicha trama y mostrarnos a sus «jugadores», así como para ir definiendo las posturas que cada uno irá tomando para encarar lo que está por venir.

Snyder y Tynion están muy cómodos escribiendo la serie. Se mueven como quieren a través de Gotham y sus habitantes, a través de su corrupta policía, sus políticos, sus héroes y sus desequilibrados villanos. Dominan el tiempo narrativo con inteligencia (que soberbia e inquietante primera página)  y saben aportar las dosis de acción justas para que este no sea un cómic más de superhéroes. El dibujo será cambiante a lo largo de la serie, pero siempre a cargo de refutados artistas. En este primer número disfrutamos de un dibujo detallista y oscuro, muy adecuado a la estética de Batman y con un excelente acabado gracias a las tintas del propio Jason Fabok (como se le echa de menos cuando delega el acabado en otros!)

Tenemos, pues, la enésima serie regular de Batman que, lejos de sobresaturar al personaje, contribuye a enriquecer su mundo al tiempo que entretendrá y entusiasmará a sus numerosos seguidores. Si DC pretendía que su personaje estrella (lo siento Superman!) celebrara sus 75 años de vida con más fuerza y empuje que nunca, pienso que lo ha conseguido. Como reza el título de esta serie, tras 75 años de vida, se puede decir que, efectivamente, Batman es Eterno!