Crítica: «Predicador: Orgullosos Americanos», puro Vértigo.
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Imprescindible
Excelente punto y seguido de la saga, rubricada con dos historias que ahondan en el pasado de los protagonistas.
El tercer tomo editado por ECC comprende los números 18 al 26 de la serie original publicada por Vértigo. Bajo el título de Orgullosos Americanos, continúa directamente los sucesos vistos en el primer tomo Predicador: Rumbo a Texas y en el segundo tomo Predicador: Hasta el Fin del Mundo
Recordemos que Cassidy quedó presa del Grial y sus compañeros, Jesse y Tulip, deciden viajar a París para rescatarlo. La continuidad es directa y sin respiros, conformando un relato coherente y altamente interesante, donde los previos al momento culminante son tan intensos e impactantes como ese gran final de saga (que no final de serie!) al que estamos deseando llegar. Volvemos a tener ese plantel de personajes absurdos y, a la vez, entrañables: Herr Starr comienza ya a despuntar como un icono inolvidable de enemigo implacable, ridículo y menguante. Varios personajes nuevos entran en escena, fruto de los delirios desatados de Ennis, como son el Gran Padre D’Aronique y el heredero de la Sangre Sagrada. Sería injusto olvidar mencionar al sicario mafioso Frankie, castrado y frustrado… que vierte toda su rabia sobre un maltrecho Cassidy.
Pero este volumen no sirve solo para subrayar nuestra admiración por tan agradable lectura, sino que Garth Ennis comienza a lanzar como cañonazos una constante que ya revoloteará durante toda la serie: la crítica social, política, militar... La mirada directa al ser humano y sus miserias, más directa que nunca ahora con dos fantásticas historias que sirven de paréntesis a esa vorágine que es el argumento central de Predicador. La primera de estas historias es la que da inicio al tomo, Texas y el Astronauta. En ella, Ennis aprovecha la espera que se produce en el aeropuerto para forzar el encuentro de Jesse con un camarada de su añorado padre. Este encuentro fortuito da pie a un relato sobre la guerra de Vietnam, en la que John Custer (el padre de Jesse) y Billy Baker (el narrador de la historia) que deja al descubierto aquello que las guerras pueden sacar de los hombres que en ellas participan, lo mejor y lo peor de cada uno. Los dos últimos cómics de este tomo también narran una historia en pasado… esta vez conocemos el origen de Cassidy. Para ello nos trasladamos a la desigual lucha que Irlanda mantuvo contra Reino Unido, con un Dublín asediado y vencido. Allí, Cassidy y su hermano afrontan la causa perdida de la forma más inteligente… lo que permite a Ennis reflexionar sobre lo injusto de estas guerras, sus orígenes políticos y absurdos, y sus verdaderas e inocentes víctimas que, jamás, son aquellos que las provocan y las promueven.
Entre estos dos paréntesis se cierra toda una etapa. En ella Ennis y Dillon se han mostrado firmes, sobrados, han creado algo grande y han llegado a un punto que Predicador ya no va a sobrepasar… aunque lo igualará en más de una ocasión. En manos de cualquier otro, la serie se tornaría artificialmente e inútilmente extendida a partir de ahora, pero eso está muy lejos de suceder. Todavía queda mucho por contar de este grupo de orgullosos americanos.
En definitiva, este tercer tomo sirve para poner fin a la locura del Grial y su obsesión por Jesse (aunque esa obsesión continuará con Starr, ya lo veremos) y para desvelar ciertos detalles sobre las Cortes Celestiales que permanecían estratégicamente ocultos y cuya revelación cambiará los objetivos de alguno de los personajes más importantes (y poderosos) de la serie. Pero, lo que me parece más importante… sirve como inicio y excusa a los autores para que hagan de Predicador algo más que un cómic de entretenimiento. De forma a veces velada y a veces contundente, Ennis nos mostrará algunas de las vergüenzas más comunes a la especie humana, para escarnio y rubor de quien quiera o sepa verlo.