Crítica Cómic Western 2. «Desperadoes», de Jeff Mariotte.

Desperadoes comenzó como una miniserie de cinco números publicada por el subsello Image/DC, Wildstorm, pasando luego a ser publicada por la editorial IDW. Sus primeros cinco números presentaban a los protagonistas, de gran carisma y personalidad, que continuarían apareciendo en el resto de miniseries publicadas bajo el título Desperadoes.

Jeff Mariotte, guioniza cada una de estas miniseries acompañado de distintos dibujantes, como Jeremy Haun, John Severyn o el mismísimo John Cassady. El denominador común en estas historias es, además del puro western, el saber combinar de manera controlada y eficaz el elemento sobrenatural. En Desperadoes nos encontramos en el Salvaje Oeste, a finales del Siglo XIX, acompañamos a Gideon Brood y sus compañeros en un viaje de venganzas donde las pasiones más primarias se entremezclan con las más antiguas tradiciones indias, paganas y con todo tipo de elementos esotéricos conocidos en la época.

La primera miniserie, de la que hablaba al principio (que se encuentra publicada por Planeta en un tomo único), y que da inicio a Desperadoes, nos narra los orígenes y las motivaciones de los protagonistas: Gideon es un antiguo ranger que ha perdido su familia a manos de un cruento asesino en serie con toques sobrenaturales. Jerome Alexander Betts es un negro perseguido por matar a su antiguo amo, como venganza por sus desmanes y por violar a su hermana. Abby Degrazia es una prostituta retirada cuyo valor y puntería rivalizan con el mejor pistolero del Oeste. A ellos se les unirán nuevos compañeros en las siguientes aventuras, todos carismáticos y destacables. Mientras persiguen al extraño asesino en serie, Gideon y sus compañeros son perseguidos por la Ley, por creerlos responsables de dichos asesinatos, ya que levanta serias sospechas el hecho de que ellos siempre estén presentes cuando se produce uno de estos asesinatos. Jeff Lemire construye un relato típico western, con guiones cinematográficos, apoyado en un excelente dibujo de John Cassady, que le otorga a los momentos de acción (peleas de bar, tiroteos) una dinámica excelente. También se muestra a gran altura cuando de reflejar los desmanes del asesino se trata.

Las siguientes series de Desperadoes son: Epidemic!, un one-shot de tintes lovecraftianos; Quiet of the Grave, el último aparecido bajo el sello Wildstorm y con dibujo de John Severin; Banners of Gold, ya publicada por IDW y dibujada por Jeremy Haun (hablamos de ella justo abajo); y Buffalo Dreams, miniserie de 4 números, la última en ser publicada, con Alberto Dose.

Desperadoes: Banderas de Oro, fue publicada originalmente en 2005 por IDW. Norma lo trajo a nuestro país un año después, recopilando los cinco números en un tomo único bajo el sello Made in Hell. Volvemos a tener un western con tintes oscuros y paranormales, sin abusar en exceso… algo que permite mantener la sensación de «vieja historia de vaqueros». Ese sigue siendo el particular acierto de Desperadoes. En esta ocasión, el grupo liderado por Gideon ha aumentado en tamaño (Clay Parkhurst y María Cruz) y son contratados por Sarah Williams, famosa espiritista en gira, para que la escolten por el sur del país. El grupo vuelve a ser perseguido… esta vez por un psicópata asesino capaz de cometer los más atroces asesinatos sin inmutarse. Destaco el clima de tensión que Jeff lemire sabe impregnar al relato, pues vemos a los personajes inquietos, alterados, reaccionando con nerviosismo de forma muy natural… algo que se transmite al lector. Por desgracia, en esta ocasión, el dibujo de Jeremy Haun no acompaña como en anteriores miniseries. Los fondos son casi inexistentes, algo que resta enteros a la ambientación de una historia de vaqueros. Aunque el tono oscuro del dibujo es el correcto, la composición de páginas y los encuadres de las viñetas resultan algo forzadas y poco naturales. A pesar de esto, Banderas de Oro es una lectura entretenida, sobre todo por la correcta simbiósis que Mariotte consigue con dos géneros a priori tan distintos como son el Western y el Terror.

Desperadoes es, en definitiva, un western atípico en su concepción. Pero no por ello dejará de gustar a los aficionados al género, ya que la medida dosificación de elementos sobrenaturales no resta realidad a la obra, sino que aporta nuevas fórmulas muy bien integradas (guardan relación con tradiciones indias, con el espiritismo, tan de moda en la época) y capaces de generar un renovado interés en el lector quizá cansado de tópicos.