La distopía del mes (XIX): Gattaca
Gattaca (1997), dirigida por Andrew Niccol, está protagonizada por Ethan Hawke, Uma Thurman y Jude Law. Actualmente está considerada una película de culto, incluso hay quien dice que es una adelantada a su tiempo, teniendo en cuenta cómo han ido evolucionando las noticias con respecto a la modificación genética embrionaria. Fue nominada al Oscar a Mejor Dirección Artística y ganó varios premios en diversos festivales de cine europeos.
El director
Andrew Niccol es un guionista, director y productor neozelandés. Entre sus títulos más conocidos están In Time (2011), El señor de la guerra (Lord of War, 2005) o El show de Truman (Una vida en directo) (The Truman Show, 1998). Niccol tiene una fuerte inclinación hacia las historias que presentan algún tipo de conflicto ético, por lo que las películas que realiza sugieren siempre una reflexión en el espectador. Aunque Gattaca le lanzó a la fama, ya había ganado un premio BAFTA al mejor guión original por El show de Truman, así como sendas nominaciones en los Globos de Oro y los Premios Oscar. Actualmente está preparando Good Kill, con January Jones y Ethan Hawke; su estreno está previsto para el año 2015.
La trama
En un futuro no muy lejano, Vincent tiene un sueño: poder volar al espacio. Sin embargo, su información genética no le predispone para ello: es débil, y tiene grandes posibilidades de enfermar joven. A pesar de la negativa del sistema, Vincent peleará por su sueño, intentando demostrar que el éxito se puede alcanzar a pesar de las dificultades que su ADN establezca.
La distopía
En Gattaca, el destino de las personas viene marcado por su información genética. Los niños ya no nacen de forma natural, sino que se les diseña genéticamente para triunfar. Todos aquellos que no tengan acceso al sistema serán considerados “no válidos” y designados a puestos de trabajo poco interesantes, intentando no dejar nada al azar. Estamos ante una sociedad elitista, en la que solamente alcanza el éxito aquél que nace para ello. La Isla (The Island, 2005) o la novela Un mundo feliz de Aldous Huxley indagan también en esta idea, aunque con enfoques diferentes.
Los avances en el mundo científico han permitido que en la fecundación in vitro se manejen diversas variables con el fin de implantar en el útero aquél embrión con menores posibilidades de desarrollar ciertas enfermedades genéticas; este hecho abre la puerta a los llamados “bebés de diseño” y, cómo no, a un gran debate social. Sus futuras aplicaciones son una incógnita, pero esperemos que no se asemejen al mundo presentado en Gattacca.
La crítica
Lo primero que llama la atención de Gattaca es su música. Michael Nyman, compositor de la banda sonora de El Piano (The Piano, 1993), realiza un trabajo exquisito, a la altura de las expectativas. Cautivadora y emocionante, la música impregna cada fotograma de la película, convirtiéndose en un elemento vital de la misma.
Llama la atención la ausencia de personas en el exterior, presentando unas calles desiertas bañadas de un color anaranjado; así como la frialdad en el trato entre ciudadanos, carentes de espontaneidad y sentido del humor. El diseño de los decorados es minimalista (con un predominio del acero y el cemento sobre el resto de materiales), aunque con ciertas pinceladas del estilo futurista, definitivamente adecuado como marco estético de la historia. Existen numerosas referencias al ADN, desde el propio nombre de Gattaca (elaborado con las iniciales de las bases nitrogenadas que componen el ADN: citosina, adenina, timina y guanina) hasta la forma de doble hélice que tiene la escalera de la casa del protagonista.
La fotografía tiene un estilo sobrio, y recuerda de forma muy intensa a las películas clásicas de cine negro, especialmente debido a la forma de utilizar la luz sobre el rostro de los protagonistas. El vestuario también juega un papel importante en este aspecto, ya que en Gattaca el uniforme consiste en un riguroso traje negro y la policía lleva unas gabardinas que recuerdan a la década de los 40.
Ethan Hawke, protagonista de Gattaca, realiza un trabajo encomiable. Este actor, nacido en Estados Unidos, ha participado en películas tan emblemáticas como El club de los poetas muertos (Dead Poets Society, 1989), Colmillo blanco (White Fang, 1991) o Día de entrenamiento (Training Day, 2001). Ha demostrado ser un actor prolífico y versátil, y ha sido nominado tres veces a los premios Oscar (dos de ellas por mejor guión adaptado). Actualmente está inmerso en diversos proyectos, entre los cuales figura Regression, la próxima película de Alejandro Amenábar.
Uma Thurman alcanzó el estrellato gracias a Quentin Tarantino por partida doble: Pulp Fiction (1994) y Kill Bill (2003, 2004). Su mirada penetrante y sus fuertes rasgos la convierten generalmente en idónea para encarnar papeles de mujeres misteriosas y con un fuerte carácter. En Gatacca posee una personalidad magnética, y llena la pantalla con su sola presencia, incluso llegando a eclipsar en algunos momentos a sus compañeros de reparto. Su último trabajo hasta la fecha lo ha realizado con Lars Von Trier, en Nymphomaniac (2013).
Jude Law cierra el triángulo de intérpretes principales. Este actor londinense es conocido por películas como El talento de Mr. Ripley (The Talented Mr. Ripley, 1999), A.I. Inteligencia Artificial (Artificial Intelligence: AI, 2001) o Sherlock Holmes (2009). Jude Law ostenta el que quizá sea el papel más interesante de Gattaca, un personaje a medio camino entre el patetismo y el sarcasmo, que muestra un retorcido sentido del humor entre el dolor y la frustración. La complejidad que esconde el personaje es desarrollada hábilmente por Law, revelando sus dotes como actor.
La trama se desarrolla a la perfección, apoyada en la dirección de Niccol, que muestra perspectivas muy interesantes y genera tensión en el espectador de una forma muy efectiva cuando lo necesita. El guión no es una obra maestra, aunque tampoco lo necesita; la belleza de las imágenes hablan por sí solas.
Estamos, sin duda, ante lo que se denomina un “clásico moderno”, cuya calidad perdura en el tiempo (ha envejecido excepcionalmente bien); una obra que debe mantener un espacio privilegiado en la videoteca, especialmente en la de todos aquellos que tengan como referente el género de la ciencia ficción.