Crítica: «Jane Eyre». Una buena historia nunca envejece.
Resumen de la Crítica
Valoración
Jane Eyre una joven huérfana comienza a trabajar como institutriz en Thornfield, la suntuosa mansión del arisco y distante señor Rochester. A pesar de de la diferencia de caracteres y ascendencia social surge entre ellos una atracción que les permítirá superar las barreras. Pero Thornfield esconde un oscuro secreto del pasado de Rochester que se interpondrá entre ellos.
Para a quien esto le suene a culebrón hay que decir que las cosas son mucho mas de lo que parecen. Jane no es una simple damisela en apuros, es un personaje inteligente, con gran determinación e integridad. Por otro lado Rochester no es el típico galán, como el Darcy de Orgullo y Prejuicio las convenciones de una sociedad clasista reprimen su autentica personalidad tras una fachada cínica y distante. También como en las novelas de Jane Austen hombres y mujeres son víctimas de un injusto sistema social. En toda la historia hay un aire trágico y romántico que la confiere de una personalidad muy especial.
Publicada la novela en 1847 el personaje de Jane Eyre es uno de los mas potentes de la literatura. Como en las novelas de Dickens mostrar a un personaje tan esencialmente bueno e íntegro sirve a Charlotte Brontë para denunciar de forma sencilla y popular las injusticias existentes en la sociedad inglesa como la función de la mujer, la diferencia de clases, el egoísmo, la avaricia y la penosa existencia de los desfavorecidos.
Hay películas en que me parece excesivo otorgarles un 10, pero que por otro lado y aislando punto por punto reconozco que son inmejorables. Fotografía, música, interpretes, guión, montaje, puesta en escena… todo es excelente. Tal vez la única pega que le puedes poner es que es una historia que ha sido adaptada regularmente tanto en cine como en televisión. Lo mas normal es que la conozcas o por lo menos te suene, lo que no es obstáculo para disfrutar de cada nueva adaptación. En estos casos sueles comparar a los nuevos Jane Eyre o Rochester con los anteriores y en este aspecto a pesar de tener ilustres predecesores Mia Wasikowska y Michael Fassbender están al máximo nivel.
La aproximación a esta historia victoriana, que en algunos momentos anticipa la narrativa gótica suele ser reverencial y los responsables de las sucesivas adaptaciones parecen aceptar de buen grado a los patrones ya establecidos. Esta versión, dirigida por el joven Cary Fukunaga, aunque respire clasicismo se inicia con un nada clásico arranque con Jane Eyre huyendo de Thornfield a través de desolados páramos para después recurrir al flashback.
El ritmo de la película es pausado, bastante apropiado para el tipo de historia que se cuenta. Tal vez la diferencia mas notable con otras versiones es que se ha impuesto un tono mas naturalista rebajando la parte de suspense o semiterrorífica de otras adaptaciones. Hay que destacar el escogido plantel de secundarios entre los que destaca Jamie Bell.
En todo caso una buena oportunidad para volver a esos inhóspitos páramos, lúgubres caserones y deseos reprimidos en una historia de toda la vida que seguramente no será la última vez que se haga.