Crítica: “Ciudad de Ember”. Olvidados bajo tierra
Resumen de la Crítica
Valoración
Crítica de la película "Ciudad de Ember".
Hace algunos años, en plena vorágine de la saga de Harry Potter, fueron muchas las productoras que, intentando aprovechar el tirón de las cintas del joven aprendiz de mago, comenzaron a realizar adaptaciones de libros del mismo carácter juvenil y fantasioso que la exitosa obra creada por la británica J. K. Rowling. De todas estas, seguramente sea “Las Crónicas de Narnia” la que mayor trascendencia ha tenido. Sin embargo, a pesar de que la saga sigue actualmente en marcha, en ningún momento ha conseguido levantar el entusiasmo que consiguió levantar la heptalogía de Howarts. Algo semejante ocurre con “La Brújula Dorada” (Chris Weitz, 2007) o con las películas de “Percy Jackson y los dioses del Olimpo”, que solo a muy duras penas consiguen rentabilizar el dinero invertido. Y por último tenemos “Ciudad de Ember” (Gil Kenan, 2008) que fue un estrepitoso fracaso comercial. Solo de manera posterior, las sagas de “Crepúsculo” y la recién iniciada “Los Juegos del Hambre”, han conseguido alcanzar un éxito semejante a la ya conclusa Harry Potter.
Independientemente del mayor o menor éxito en pantalla, la elección de estas obras para su adaptación no es baladí. Son, todas ellas, grandes éxitos de ventas en el mercado anglosajón. La saga de Ember, son un conjunto de – hasta la fecha- cuatro libros escritos por Jeanne Duprau, donde se mezclan los géneros de ciencia ficción, fantasía y aventuras. Los dos primeros fueron publicados en España a raíz del lanzamiento de la película, aunque actualmente se encuentran descatalogados por sus pobres ventas. Como sea, el éxito que fuera de nuestro país tuvo (y tiene) la obra literaria, hizo posible la adaptación de la primera de las novelas con la idea de iniciar una nueva saga fantástica. Algo que nunca se llegaría a producir, después de una paupérrima recaudación de diecisiete millones de dólares frente a un coste de más de cincuenta.
Libro y película nos sitúan en un mundo futuro donde una catástrofe indeterminada ha hecho imposible la vida en la superficie terrestre. Este suceso hizo necesaria la construcción la ciudad de Ember: un complejo subterráneo en donde la humanidad deberá permanecer durante doscientos años. Toda la información necesaria para un futuro retorno es guardada en una caja cerrada herméticamente que los alcaldes se irán pasando mandato tras mandato y que se abrirá automáticamente en el momento preciso. Sin embargo, durante el transcurso de los dos siglos, la caja se extravía y cae en el olvido. Así, cuando el enorme generador que suministra energía empieza a fallar, los ciudadanos comienzan a preguntarse qué será de ellos cuando las luces que iluminan Ember se apaguen para siempre.
Como adaptación, “Ciudad de Ember” es una obra irregularmente fiel a la novela en la que se basa. La gran mayoría de acontecimientos que se presentan en la película están desarrollados también en el libro. Sin embargo, hay muchas escenas secundarias (pero muy importantes) que se han quedado en el tintero y que en el texto son fundamentales para transmitir la sensación decrépita en la que se encuentra Ember. Con su omisión, la película logra un desarrollo más veloz en el transcurso de los acontecimientos (a veces demasiado precipitado) pero pierde capacidad de impresión. En ningún momento se logra transmitir esa sensación de agobio o tensión que una película como esta debería transmitir. “Ciudad de Ember” se desarrolla como una amena y entretenida película de aventuras donde el trasfondo parece tratarse de una mera excusa a partir de la cual desarrollar las peripecias de los protagonistas. Película suficiente que podría haber sido notable si se hubiera atendido un poco más en el desarrollo de su atmósfera.
Algo semejante pasa con los personajes. La excesiva velocidad de desarrollo de “Ciudad de Ember” no beneficia a la creación de las personalidades de la pareja protagonista. Varias cualidades presentes en el libro (miedos, dudas, la forma de ser de algunos secundarios) se pierden por completo para generar, por contra, unos personajes bastante sosos. Esta simpleza se traslada también al desarrollo de los acontecimientos, que transcurren consecutivamente sin que los protagonistas duden de sus actos o encuentren un obstáculo realmente complejo de salvar. Tampoco los antagonistas (con un desaprovechado Bill Murray a la cabeza) se muestran realmente amenazantes para la resolución de la trama.
Entretenida película a medio camino entre el público infantil y juvenil. “Ciudad de Ember” parte de una premisa interesante que, sin embargo, no es explotada en todo su potencial, algo extensible también a sus personajes. Preciosa en la ambientación, con escenarios cargados de luces y sombras y de colores cálidos. Suficiente como película, pero deficiente como adaptación. Mucho mejor el libro que, sin embargo, tampoco es para tirar cohetes.