Crítica: «Cercenador», arte y oficio patrio

Pocas veces resulta tan satisfactorio elaborar una crítica o reseña como cuando se hace sobre una obra como esta. Cercenador, corta y pega es un comic hecho por amantes del medio que disfrutan con lo que hacen y sin otra pretensión que divertirse y mostrarle a todo el mundo que son capaces de hacerlo, y de hacerlo bien.

Los autores, Alberto Ballester y Alberto Silva, trabajan desde hace tiempo en este mundillo. El primero es guionista y creativo en distintas plataformas, incluyendo la TV, desde 1999. El segundo Alberto lleva años en el mundo de la ilustración y ha llegado a colaborar con Image y Marvel, entre muchos otros. Como véis, no son lo que se dice principiantes… y se nota. Además, Cercenador lo han tomado como un proyecto a largo plazo, dedicándole sus ratos libres a lo largo de más de ocho años. Se puede decir, pues, que Cercenador es un comic que nace fruto de la combinación de pasión por el comic, una gran amistad y mucho talento.

Cercenador, corta y pega nos cuenta la historia de un asesino a sueldo, el mejor asesino a sueldo, que tras llevar varios años de retiro vuelve a la acción para terminar un trabajo fallido que fue, precisamente, la causa del final de su carrera: Cercenador coleccionaba los pulgares de sus víctimas y, cuando falló en uno de los encargos del señor Vendelli, este le castigó cortándole sus pulgares. Ahora se presenta la oportunidad de acabar el trabajo y, también, de cumplir su venganza. Se puede encuadrar dentro de la serie negra moderna, tiene mucho de cinematográfico y no deja espacio a la imaginación, mostrando con claridad y sin tapujos escenas de violencia y sexo. No es, pues, un comic para todos los públicos.

En el plano artístico no se le pueden achacar muchos fallos. El guión es funcional y cumple sobradamente, dando lo que uno necesita para entretenerse y mantenerse enganchado a sus 24 páginas. El dibujo es claro y simple, lo que denota la gran calidad artística de Alberto Silva: no necesita sobrecargar de sombras ni rayas su obra, más bien al contrario, se trata de un comic incluso «luminoso» en muchas de sus páginas, lo que contrasta con la crudeza de lo que muestra. En Cercenador está todo muy cuidado: diálogos, personajes, diseños, fondos… y también la post-producción.

Que se hayan dedicado a este proyecto como algo paralelo a su trabajo diario no quiere decir que lo tengan descuidado ni que lo vayan a olvidar sin más. Han elaborado póster, marcapáginas, tráiler, pin-ups a cargo de Paul Sizer,un blog  cercenador.blogspot.com.es, etc.

Cercenador es un comic que podéis encontrar en algunas librerías o bajo pedido a un ridículo precio de 2’50 €. Ojalá haya alentado la curiosidad del lector de comics tradicional que sin duda encontrará en este trabajo un golpe de creatividad y valentía elaborado por dos jóvenes autores a los que no me atrevo a llamar «amateurs».

Les deseo muchísima suerte en sus futuros proyectos y espero, algún día, que el tiempo les permita seguir aportando obras tan interesantes como esta al casi huérfano panorama editorial de creación nacional.

Para conseguir un ejemplar, en físico o en digital, podéis escribir a cercenador@gmail. Si solicitáis más de 5 copias, recibiréis un regalo de los autores… así que animaos, si no lo podéis encontrar en vuestro punto de venta habitual!

Y que mejor colofón que dejaros con el video tráiler del comic…