[Imagicon] Mesa redonda de «Fantástico para todos los públicos»
El sábado 12 de noviembre, Hello Friki asistió a la Imagicon, festival de literatura juvenil y fantástica en la cual se llevaron a cabo multitud de eventos muy interesantes. El primero de todos ellos fue una mesa redonda titulada como “Fantástico para todos los públicos”.
Los escritores invitados fueron los siguientes: Laura Gallego (ganadora de dos Premios Barco de Vapor), Susana Vallejo (ganadora del premio Edebé de este año), David Lozano (escritor, guionista y ganador del Premio Gran Angular 2006) y Víctor Conde (Premio Minotauro 2010).
Esta mesa redonda fue especialmente interesante, porque se analizó el estado actual de la literatura juvenil, fantástica y humorística, así como la tradición literaria (o falta de ella) de España en este género.
La presentadora del acto comenzó explicando que por mucho renombre que se tenga a un autor de literatura juvenil, no se le considera serio hasta que publica un libro sobre la guerra civil o sobre cómo construir una catedral (apelando a libros como “Los Pilares de la Tierra”). Hay novelas de este género que están aportando muchísimo a la literatura pero se los considera escritores de segunda fila.
David Lozano bromeó con que, estando sentado al lado de Laura Gallego, a su lado, sí que se sentía de segunda fila. Según el escritor, se cree que un autor escribe literatura juvenil cuando no sabe escribir y no como una opción que ha elegido él mismo. Es una decisión personal, que se produce sobre todo debido a una cuestión de gustos.
Laura Gallego, a continuación, argumentó que ella no creía que fueran autores de segunda fila, puesto que basta con hablar con los lectores y ver el apoyo que dan para darse cuenta de que el trabajo es tan válido como el dirigido a otra edad. De hecho, piensa que es una falta de respeto para los lectores, como si los jóvenes fueran lectores de segunda clase.
Continuó diciendo que si se quiere fomentar la lectura en los jóvenes y luego se les considera de segunda fila… es tirar piedras sobre tu propio tejado. Ella está muy orgullosa de su trabajo y no le importa lo que piensen de ella, pero le da rabia por los lectores.
Entonces, se argumentó que este tipo de consideraciones sólo se toman en España, ya que en otros países la literatura fantástica y juvenil está muy reconocida. Tienen joyas como “Peter Pan”, “El Mago de Oz”, “La historia interminable”… Aquí no hay tradición literaria fantástica ni de literatura juvenil. De hecho, en Inglaterra, Terry Pratchett es muy respetado y, sin embargo, aquí en España todo libro de género fantástico y cómico es considerado de segunda fila.
Susana Vallejo tomó la palabra asegurando que esto cambiará tarde o temprano. Cuando escribe, no decide que va a escribir un libro juvenil, sino que simplemente escribe lo que a ella le apetece. Y ahora, cada vez más, la fantasía se vende de diferente forma en España.
Víctor Conde, a su vez, afirmó que al principio le preguntaban si lo que escribía no era un poco infantil. Según él, el problema de España es que tiene una gran tradición realista. De hecho, que “El Quijote” sea la gran novela española dice mucho de este tema, ya que el libro satiriza la fantasía. De hecho, cuando lo mencionaba en el colegio, le cambiaban el tema.
Según Conde, hoy en día, las nuevas generaciones ven la fantasía como algo normal, natural y no le da miedo ni pudor reconocer una novela de fantasía como una gran obra. Piensa que el realismo es un concepto pernicioso, puesto que si lees una novela realista tu punto de vista es único. Pero si se leen novelas de fantasía, te enriquece como persona, porque se observan diferentes puntos de vista.
A continuación se planteó la pregunta de por qué limitan tanto el género fantástico a lo juvenil o infantil.
Laura Gallego explica que aquí se ha tomado la literatura juvenil y la infantil como un solo bloque, pero la infantil sí que debe estar orientada por edades para no peligrar el proceso de aprendizaje de los niños. La juvenil está más orientada a los adultos que a los niños, porque los jóvenes ya saben leer. Ella es autora de literatura juvenil porque los jóvenes la leen, pero ella escribe simplemente lo que quiere.
Según ella, la literatura juvenil puede ser leída por todos los rangos de edad, pero aunque un libro sólo sea leído por un franjo de edad, no por ello deja de ser literatura, porque los jóvenes también tienen derecho a leer. Con que haga disfrutar a los lectores, tengan la edad que tengan, eso no lo hace menos valioso.
David Lozano reivindica que se escribe con la terminología porque se ha quedado obsoleta. La juvenil tiene poco que envidiar a la de adultos en cuanto a tramas o volumen. Según el guionista, “Los jóvenes son jóvenes, no tontos”.
Considera que, en general, los jóvenes son libres, más impacientes, y eso sí que condiciona a la hora de escribir. El adulto es un lector más sosegado. El joven pide cierto ritmo más rápido. El esnobismo de que “si se lee fácil no puede tener calidad” no tiene la razón en este sentido, ya que el público está perdiendo la capacidad de concentración, debido a que está acostumbrado a una lectura más dinámica, a un cierto cambio en los canales.
Según Susana Vallejo, refiriéndose a los e-books, el canal en el futuro puede llegar a determinar la forma de escribir. Menos descripciones de ciudades porque los lectores ya han visto muchas películas, y las descripciones no tienen ya tanto sentido.
Ahora la forma de leer puede ser por internet y esto ha provocado que se puedan hacer más cosas a la vez, e incluso que haya cierto interés audiovisual. Se pueden añadir efectos especiales ya que ahora hay algo más que una hoja de papel. Se puede crear un nuevo lenguaje y no tiene por qué desaparecer la literatura. Añadir música a escenas, pedir consejo a lectores por diferentes medios…
Víctor Conde explicó que la fantasía para adultos relata escenas duras y no se corta ni tiene en mente el rango de edad. Hay literatura juvenil con prosa que es compleja y literatura para adultos, bestsellers, que están escritos con literatura fácil. Libros que él considera “de usar y tirar”. Por eso, no hay que catalogar a la literatura fantástica como literatura fácil.
Hay adultos que piensan que no aporta nada leer sobre caballeros, pero aporta mucho sobre cosas de la vida, sobre ideales de nobleza
Un oyente pidió la palabra y dijo que la literatura juvenil te lleva a entender los clásicos por toda la mitología. Después, pedí la palabra yo y continué diciendo que en España no hay literatura como la de Terry Pratchett, que usa el humor para criticar la sociedad. En España las novelas de humor y fantasía no producen confianza entre las editoriales. Pregunté si, como autores, a la hora de escribir se encontraban con algún límite por parte de los editores en escenas de sexo o escenas largas.
Víctor Conde contestó que los editores piensan que hay temas como el sexo que no son apropiados para los adolescentes cuando ésta es la realidad. Presentó una trilogía en la que dos adolescentes tienen experiencias sexuales y hablan de ello. El editor le dijo que qué había entendido cuando le pidió una trilogía de literatura juvenil.
Detrás de SM y Edebé hay dos órdenes religiosas. En Edebé, sí que hay censura en algún libro que trata demasiado el sexo, ya que no lo podrían distribuir en los colegios. Las asociaciones de padres se quejarían.
En la literatura juvenil no hay tanto problema como con la infantil en este sentido, pero a veces no se han publicado libros por motivos que rayaban el absurdo.
Laura Gallego argumentó que con “Dos Velas para el Diablo”, que trata de ángeles y demonios, no sabía si habría algún problema con SM. Su editora, que era laica, lo tuvo que preguntar al jefe. Le dijo que si había algún problema con que el Ángel Gabriel estuviera embarazado y fuera mujer. El jefe se rió a carcajadas y dijo que no había ningún problema.
En dicho libro utilizó la mitología cristiana como mitología sin más, aunque ella no tenía ninguna intención de ofender a nadie. Hay gente a la que le ha sentado mal, pero la editorial, que es religiosa, nunca ha tenido ningún problema así que… no veía porque deberían tenerlo los padres.
Respecto a esto, Víctor Conde explicó que si se hace bien, el género fantástico se utiliza para romper barreras y no tiene por qué ser políticamente correcto. Es una manera de experimentar con cosas con las que no se puede experimentar en la literatura realista.
Laura Gallego también distinguió entre autores que quieran levantar ampollas y autores que sólo quieren contar historias. Y ella se consideraba del último grupo.
Víctor Conde finalizó el debate asegurando que nadie debería sentirse molesto por lo que se diga en tus historias.
Con esto, la mesa redonda acabó con un aplauso de una audiencia entusiasmada con una información tan interesante sobre la actualidad de un género cada vez más en auge. En Hello Friki Podcast 2×09, M.C. Catalán y yo contamos parte de esto y retomamos el tema dando nuestra opinión de una manera más extensa.