Crítica: «La parte de los ángeles». Crudeza y esperanza de un buen trago
Resumen de la Crítica
Valoración
Ken Loach retrata de nuevo a las clases más bajas de la sociedad británica en esta película que entretiene y conmueve dejando una sensación algo más optimista que en trabajos anteriores.
Siguiendo esa estética de Buscando a Eric (2009) o Route Irish (2010) Loach describe de forma magistral la vida de forma explícita de personajes de la calle que sobreviven en medio de las circunstancias más desafortunadas, algo que aparece perfectamente reflejado en el pasado con el que se enfrenta diariamente el protagonista de este film, sin embargo, esta vez lo hace a través de un humor más canalla e irreverente forzando hasta al espectador más exigente a una carcajada.
El ritmo de la acción es el adecuado, dejando que la historia adquiera fuerza y emoción en las escenas más dificiles sufridas en el carne de Robbie, el protagonista, y el cambio con puntos ligeros y desternillantes que hacen llevar la película bajo el mensaje de las segundas oportunidades manteniendo el suspense sobre el desenlace final. Por supuesto, no faltan situaciones inesperadas que harán vivir la trama de forma aún más vibrante. Desde el comienzo engancha y juega con la dualidad de lo dramático y lo cómico.
El marco incomparable para el desarrollo de la trama son las Highlands en contraste con las zonas de los barrios obreros escoceses , retratadas en la cinta con una fotografía espectacular, y representan los más claros ejemplos de belleza y dureza, un contraste que se evoca continuamente entre los momentos más dramáticos y violentos y la esperanza y el humor en las situaciones más inverosímiles.
El personaje principal Robbie, interpretado por Paul Brannigan, ascenderá desde su propio infierno a la salvación luchando contra todas las circunstancias que se empeñan en atarlo su pasado oscuro inspirado por el nacimiento del hijo que tiene con su novia Leonie, Siobhan Reilly. La mirada limpia del actor cargada de expresividad mostrará todo ese proceso a lo largo del film, acompañado por una interpretación excelente en la que se ve su catarsis y altibajos para conseguirla. El reparto se completa con sus compañeros de batalla que volverán toda la historia una aténtica locura en muchas ocasiones. Muy destacables son las aportaciones del actor Gary Maitland que interpreta a Albert, sin duda, el personaje con más carga humorística, maestro de lo absurdo y de la locura su forma de hablar, de comportarse y hasta de mirar son un gag continuo. Los otros pilares de Robbie son: Jasmin Riggins la actriz que hace el papel de Mo, una joven cleptómana que aunque como personaje no tiene gran peso aporta un grado de estabilidad en el grupo, su interpretación es muy creíble; y William Ruane (Rhino) se hace de una forma muy convincente con el papel del chico conflictivo con exceso de hormonas. El cicerone de estos locos jóvenes es John Henshaw (Harry) que refleja en todo momento la esperanza y la confianza en las segundas oportunidades aunque a veces los propios protagonistas y todo el mundo que les rodea les frenen recordándoles sus errores.
Además del viaje hacia la salvación del protagonista la película es una guía para conocer la esencia del wishkey escocés, el orgulloso licor nacional más apreciado, intenso pero con toques delicados de diferentes esencias que lo describen como un néctar de los dioses. Así es como Loach presenta esta trama en la que se transmite un sabor fuerte pero que poco a poco descubre matices muy agradables y refrescantes con la combinación de las verdes colinas y la calidez de un momento chispeante entre amigos. Una mezcla muy recomendable.